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Tres fraudes

1.  Excepto en las elecciones presidenciales de diciembre 1998, que habían sido organizadas por un CNE libre de ñángaras, en las que el bastardo bipolar obtuvo la segunda mayor votación y sin acercarse al 50% (abstención y votos nulos fueron superiores), en todos los siguientes procesos electorales, esta secta de bochornosos y sumisos lacayos del neoestalinismo castrista han cometido violaciones de todo tipo al marco de legalidad y transparencia que debe regir en cualquier elección, incluso referendaria (ver argumentos y evidencias irrefutables en artículo, anexo A). La constante actuación fraudulenta se apoyó con mayor eficiencia en la contratación de la empresa Smartmatic -adulteración de data y votos- y la invasión de los parásitos cubanos -para construir el andamiaje del enorme y demagógico espejismo de las misiones, dirigidas a la porción más vulnerable y manipulable, el Lumpen, con lo que aseguraron una importante cantidad de seguidores incondicionales y baratos.

Colocaron como guinda de la fachada democrática de la nueva constitución la opción del Referendo Revocatorio a mitad de período, aunque nunca tuvieron la más remota intención de respetar esa opción, como lo demuestra que (luego de la colosal marcha de un millón de ciudadanos manifestando su oposición al régimen de Chávez, el 11 de abril del 2002, y de la masacre en la Av. Baralt con la que disolvieron criminalmente esa hermosa expresión de defensa a la genuina democracia, asesinando a 21 personas), al ser solicitado formalmente el referendo revocatorio contra Chávez en el 2003, durante año y medio lo impidieron, amenazando e intimidando de varias maneras a los solicitantes, obligándolos a firmar varias veces, hasta que tuvieron lista la adulteración de los resultados del referendo, efectuado en 2004, 18 meses después de la solicitud formal. No atendieron la denuncia formal de fraude en las presidenciales de abril 2013, y el revocatorio solicitado contra Maduro en 2016 lo impidieron, simple y descaradamente. Esa carnada se volvió agua de borrajas. Con igual o mayor descaro cometieron fraude para “elegir” una asamblea prostituyente en julio del 2017 (que no ha redactado en más de 3 años nada, dedicada exclusivamente a apuntalar los desmanes del régimen y agredir a la oposición, inventando que toda denuncia contra el oficialismo es una incitación al odio), y “reeligieron” al cucuteño en mayo 2018, dos patrañas que 50 países rechazaron, declarando su respaldo al poder legislativo legítimo electo en diciembre del 2015, y al Presidente Interino nombrado por esa legítima AN en enero del 2019, de nuevo confirmado en el cargo en enero del 2020.

Con todos esos obvios antecedentes de fraude electoral, y la innegable destrucción del país, sumido hoy en un inmenso desastre social, económico e institucional, y el creciente descontento que ya abarca a más del 80% de la población (5 millones en la diáspora, expulsados por este desastre castrochavista), ¿tiene lógica pensar que la próxima vez que implementen una elección no van a cometer fraude? El 6D ocurrirá la mayor de las farsas del sucialismodelsiglo21, y para garantizarse resultados favorables siendo evidente minoría, maniobran en dirección contraria a la tendencia mundial de reducir la cantidad de miembros del poder legislativo, y le suman a su actual cifra de 167 diputados, nada menos que 110 más, con el anacrónico sistema de candidatos escogidos por la Nomenklatura ñángara, el voto por lista que introduce en cambote a totales desconocidos (seleccionados por su incondicionalidad al régimen) y una mezcla de los tradicionales artilugios, el método Gerrymandering/Salamandra, los multicedulados y los muertos que resucitan tan sólo para votar por la continuidad del desastre, el apagón y su inmediato desvío de votos virtuales y convenientes, desde centros clandestinos a la sede del sectario CNE, y  los mecanismos coercitivos, el voto asistido, los colectivos a poca distancia de cada centro de votación, las torpes amenazas del energúmeno Cabello, “el que no vota no come”, que demuestran la grave carencia de votantes (ni siquiera todos los presuntos y pocos seguidores que le quedan al régimen tienen la  intención de participar  el 6D), y su falta de escrúpulos, al usar las limosnas de alimentos del Clap, como incentivo para que sean parte de la parodia, lo de la zanahoria y el garrote en modo Diosdado, quien por fortuna nos hace el gran favor de demostrar con sus rebuznos, que son minoría.  En lo que sí debemos participar los genuinos ciudadanos, es en el referendo digital organizado por la legítima AN, con tres preguntas primordiales a las que responderemos tres veces SI, para recuperar la democracia y el país.

2. Donald Trump -que en el 2016 venció a 16 candidatos del partido republicano y a Hillary Clinton, la candidata del partido Demócrata-, desde su toma de posesión el 20 de enero del 2017 hasta marzo del 2020 había realizado una gestión exitosa, cumpliendo rigurosamente su oferta de “hacer grande a EEUU de nuevo” (llevó el desempleo a sus niveles más bajos desde los años 50, enfrentó los proyectos expansionistas de Rusia y China, obligó a muchas empresas que se habían mudado al exterior para reducir costos por mano de obra, seguridad, control de calidad e impuestos, a regresar a EEUU, le bajó los humos al payaso de NorCorea, puso límites a la alcahuetería que le obsequió Obama al régimen neoestalinista cubano, frenó la constante invasión de indocumentados a territorio estadounidense, exigió a Europa cumplir con sus cuotas de mantenimiento de la OTAN y ser menos permisiva con los infiltrados del terrorismo internacional), todo lo cual aseguraba su reelección. La pandemia originada en China (asunto aún sin definirse) del COVID19 se convirtió en doble mecanismo de los demócratas y los “políticamente correctos”, para: 1º Dañar la excelente imagen que hasta marzo mantuvo Trump, magnificando las consecuencias negativas de la pandemia, y las protestas de minorías por presuntas reivindicaciones o contra el racismo, y 2º para manipular fraudulentamente el mecanismo del voto por correo, una confabulación de muchos grupos e intereses nefastos que produjo un resultado que beneficia a Biden, un político con una trayectoria entre sosa y turbia, en especial por sus 11 viajes a Ucrania, como vicepresidente del mulato Obama (todavía no conocemos los objetivos y logros de esos viajes), y la sorpresiva inclusión de su hijo Húnter, un inestable experto en nada, en la junta directiva de, qué casualidad, la empresa más corrupta de Ucrania. Para entender mejor el significado del excesivo voto por correo en esta elección presidencial, cito una valiosa y esclarecedora información de Luis Marin; “EEUU: La elección indirecta tiene el propósito manifiesto de evitar “la tiranía de la mayoría”, de la que querían precaverse los Padres Fundadores de la República, de hecho, fue el punto más debatido por los constituyentes originarios, que concluyeron en esta fórmula para evitar que los estados más poblados prevalezcan siempre sobre los menos, los centros urbanos sobre los rurales, etcétera, equilibrando intereses aparentemente inconciliables. En 2009 dirigió la comisión bipartidista Carter-Baker que concluyó en que el voto por correo se presta a “fraude y cohecho”, por lo que se descartó su uso, restringiéndolo a casos excepcionales bajo estrictos controles. Luego el partido demócrata, en una operación deliberada y consciente, impulsó el voto por correo, manipulando las regulaciones para relajar sus condiciones, eliminar restricciones y hacerlo masivo hasta superar al voto presencial. Esto facilita el voto de indiferentes, abstencionistas, incapacitados y electores ficticios, al romper el vínculo entre la boleta electoral y una persona bien identificada.  Algunos estados se han resistido a depurar sus registros electorales de personas fallecidas y cambios de residencia, contra todo requerimiento y demanda, al punto de que en ellos no se habría muerto ni mudado nadie en lo que va de siglo. El registro no hace sino crecer y como las competencias electorales son privativas de cada estado, éstos las manejan a discreción y es bien poco lo que se puede hacer para obligarlos”.  https://www.analitica.com/opinion/american-fraud/

Sería vergonzoso y muy preocupante que en EEUU, la primera potencia y líder mundial de los valores de la civilización occidental, moderna, democrática, laica, libre, se consolidara un fraude a nivel de elección presidencial, algo ya habitual en regímenes autoritarios (Cuba, NorCorea, Nicaragua, Bielorrusia, China, Rusia), que cambiaría radicalmente la dinámica planetaria y beneficiaría a la porción minoritaria y anacrónica, los populistas que prostituyen la democracia, arruinando los países bajo sus abusos y los energúmenos terroristas que pretenden devolvernos a la edad media. (ver anexo B)

3. Murió Diego Armando Maradona, de 60 años, y los fanáticos del fútbol, que lo idolatraron en vida y ahora en duelo siguen venerándolo, considerando sólo la breve porción de tiempo en que fue un magnífico jugador del balompié, algo innegable, pero omitiendo sus  muchos y graves defectos, que ocuparon un mayor segmento de su existencia y produjeron los daños a su organismo que le produjeron la muerte a temprana edad. Toda expresión de fanatismo radical, sea en lo deportivo, sea en lo político, sea en lo religioso, conduce a la alienación que oculta lo real, lo negativo, lo inconveniente, y magnifica lo positivo aunque haya sido apenas una ínfima parte del total, incluso inventándole al idolatrado cualidades que no poseía, logros que nunca obtuvo. Maradona se destacó desde su pubertad como un súperdotado para el fútbol, sobresalía entre los jovencitos que lo practicaban en un terreno del humilde barrio donde se crió, y donde fue descubierto por quienes lo fueron puliendo para el fútbol profesional, en el cual mejoró sus habilidades para dominar el balón con las piernas, esquivar a sus contrarios y meter goles extraordinarios. Pero él mismo se encargó de dañar esa imagen positiva, interpretando que su popularidad le otorgaba impunidad para lo que le provocara (lo logró, metiendo un gol con la mano, y le maquillaron ese terrible insulto al deporte). De allí a sus excentricidades, sus desplantes, el afloramiento de su condición de resentido y su creciente adicción a las drogas, para asociarse a la escoria del mundo, Fidel, Chávez, Maduro. Pretendió ser oráculo cuando en realidad se convertía en un cada vez más patético despojo humano, que declaraba incongruencias, era mujeriego y maltrataba a sus eventuales parejas, erradamente buscaba compensar por su incultura y mala conducta con vehículos y casas de lujo, un reloj caro en cada  muñeca, nuevorriquismo y frivolidad concentrados.

Muy pocos no han caído en la vorágine del culto a Maradona, ahora póstumo. Por cada uno que lo ha señalado como un pésimo ejemplo de deportista y persona, hay cientos de miles que optan por esconder bajo la alfombra sus enormes defectos y vicios, y ponen el insólito acento en el breve lapso en que se desempeñó bien como futbolista, ocultando que la mayor parte de su vida fue un genuino patán, que apoyó y promovió a criminales dictadores y horribles dictaduras, así como al cáncer peronista, hoy conformado por el kirchnerismo. Un vergonzoso fraude a escala internacional. Paula Dapena, 24 años, futbolista del equipo de Pontevedra, Galicia, España, rechazó ser parte del rebaño acrítico y cómplice, en un minuto de silencio a quien, con creces, se ganó el apodo de Maradroga. Bravo por ella, y por todos los que no se incorporan a la alienada masa que organiza  inmerecidos homenajes, que combinan con su necesidad de construir ídolos por vicio y conveniencia, e idolatran a basuras como Fidel, Perón, el ché Guevara, Chávez, Maduro, el papa tupamaro Bergoglio. (ver anexo C )

A.  http://www.analitica.com/opinion/las-falacias-electorales-del-castrochavismo/

B.  http://www.analitica.com/opinion/trump-el-megamalvado-conveniente/

C.  www.analitica.com/opinion/maradona-ejemplo-para-la-juventud-mundial/

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