Carabobo: 2 policías y 1 civil asesinados por «mineros clandestinos» en Libertador
Cristhopher Borrero – Carabobo.-
@CristhopherB
Han pasado cuatro días desde que se perpetró un triple homicidio en una finca familiar situada en La Lagunita, municipio Libertador. Presiones dentro de la policía científica podrían dejar el caso en el limbo.
Como Marcel González, oficial de la Policía Municipal de San Joaquín y tío de Eliécer Araujo González, de la Policía de Carabobo, fueron identificados los agentes asesinados. Se desconoce la identidad de la tercera víctima.
La información preliminar sobre el hecho inidcaría que el Eje de Investigaciones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), base La Florida, habrían avanzado en las averiguaciones, pero órdenes superiores los frenó.
De acuerdo al testimonio de Carolina Soto, esposa de Marcel y testigo presencial del hecho, denunció que una presunta orden dirigida desde el alto mando de la Delegación del Cicpc Carabobo dejaría sin efecto las indagaciones efectuadas. Las evidencias promoverían la aprehensión del líder de la banda conocido como «El Morocho» y sus secuaces «Bamban» y «Perro ‘e Guerra».
«El Morocho» es uno de los que tiene el control de una zona en Lagunita donde practican la minería ilegal. Presuntamente, los jefes de bandas estarían alineados con los jefes del Cicpc Carabobo para «trabajar» libremente sustrayendo oro, esa sería la razón por la que mandaron a sus subalternos a no seguir con el caso», aseguró González.
La agrupación criminal tendría entre sus filas a los alias «Bubalú», «El Niño», «Tongo» «Julio» y «Los Sindicatos»; todos sujetos a investigaciones penales y que estarían apadrinados por el alto mando del Cicpc Carabobo para encubrir sus delitos.
Asesinato en la finca
Una emboscada los condujo a la muerte. Ese sábado 2 de junio, Marcel, Eliécer, Carolina, dos niños y un adolescente arribaron a la finca «La Gonzalera» para hacer un sancocho familiar. Apenas ingresaron al terreno cuando unos 15 individuos armados los encañonaron. Viéndose sometidos fueron guíados fuera del camión donde se desplazaban.
La excursión familiar se torno rápidamente en una suerte de decuestro. A los funcionarios y al joven de 15 años, hijo mayor de Marcel, los separaron del grupo. Mientras que Carolina y los niños fueron puestos en custodia en otro lado de la propiedad; allí otros 15 malhechores la vigilaban, relató la señora. Poco después su hijo de 15 años fue reagrupado con su progenitora, tras notar que el chico era menor de edad.
«A mi hijo de tres años lo apuntaron con la pistola. Le dio una crisis y Marcel lo único que les decía era que no le hicieran nada. El niño sufre del corazón. Todo lo que vivimos fue horrible», narró González.
Tres horas luego múltiples disparos delataron la tragedia. Ambos oficiales habían sido asesinados. En el sitio se evidenció que los hombres estuvieron maniatados, amordazados y sufrieron tortura. Todo indicaría que Marcel y Eliécer sostuvieron una discusión con «El Morocho» y su banda porque querían ingresar arbitrariamente a la finca, propiedad del policía, para sustraer oro, pero el oficial se negó porque esa tierra sería para cosechar hortalizas.
Un cuidador de la finca, también fue asesinado en el hecho. El triple homicidio podría quedar impune por intereses particulares.
Las alarmas se han encendido por el caso. El sangriento hecho revelaría una operación de expansión de la minería ilegal en la zona. El crimen contrasta con los resultados de la operación «Relámpago dorado», efectuada solo cinco meses antes, el 2 de febrero. En la incusión unos tres mil hombres habrían sido «detenidos» por la minería ilegal en el sector Lagunita.
