En medio de llantos, cantos y repudio despidieron a los cuatro niños de El Valle
En medio de llanto, desconsuelo y gritos desaforados despidieron este lunes a los cuatro menores que fueron asesinados en El Valle.
Desde las 07:30 de la mañana acudieron a la funeraria Chirinos de El Valle vecinos y amigos de las víctimas para acompañar a los familiares en este duelo, que generó repudio en los venezolanos.
La entrada a la funeraria se colmó de personas que querían darles el adiós a los pequeños. Tanto es así que se desarrollaron largas filas para ingresar al lugar donde estaban los ataúdes de los niños.
Alrededor de las 12:00 del mediodía trasladaron los féretros de los niños hasta las carrozas fúnebres. En medio del acto los niños de la zona, que conocían a las víctimas, entonaron el Himno Nacional y canciones infantiles.
Pasadas las 12:30 del mediodía el cortejo fúnebre se encaminó hasta un comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), situada en Coche, donde se encuentra detenido el padre de tres de los menores, para que él despidiera de sus hijos.
Posteriormente el cortejo fúnebre se trasladó hasta el Cementerio General del Sur, donde les dieron a los niños cristiana sepultura.
Vale recordar que el viernes 14 de septiembre los niños Roxana Conde (10), Julianyerli Conde (4), Jonás Jonneiker Conde (un año) estaban solos en su vivienda, situada en el barrio 70 de El Valle, debido a que su madre fue a llevarle comida a su esposo que se encuentra detenido en un comando de la GNB en Coche.
Luego pasó por la vivienda de los niños el asesino identificado como José Manuel Morgado Bello, quien le ofreció a los menores chucherías y tortas para llevárselos a su casa. En el sitio asesinó a los tres hermanitos con un objeto contundente y además abusó sexualmente de las niñas.
El cuarto niño identificado como Humberto Ruiz, de 10 años, pasaba por la vivienda de Morgado y observó lo que estaba ocurriendo, por lo que el homicida lo introdujo también en el inmueble, donde lo asesinó para no dejar testigos, luego huyó del lugar.
Durante las pesquisas los funcionarios del Cicpc llegaron hasta el lugar donde se había escondido el victimario, específicamente en una vivienda de la Carretera Cúa-San Casimiro, estado Miranda, donde fallece en un enfrentamiento.
