Un país a la deriva
Las circunstancias actuales del país no permiten vislumbrar ninguna salida fácil.
Por un lado, hay un gobierno que da vueltas en círculos sin saber cómo romper el nudo Gordiano que heredó. Por el otro, una oposición que luce unida, pero cuya unión esta literalmente pegada con saliva de loro.
Es evidente que para corregir tantos entuertos que paralizan al país se requiere un alto grado de civismo y compromiso por el futuro y lamentablemente sigue prevaleciendo, entre la mayoría de los actores del drama venezolano, un inmediatismo preocupante.
El camino para la reconstrucción del país será lento y complejo, pero solo se podrá recorrer con éxito, si se logra forjar un gran acuerdo nacional dispuesto a asumir los costos de decir la verdad y aplicar la medicina necesaria para curar la enfermedad que amenaza con acabar con todo vestigio de civilidad y de integridad social.
La cura es posible, pero al igual que con un cáncer, se requiere de aplicaciones de quimioterapia. En nuestro caso, de honestidad y eficiencia administrativa, además de un ejemplo moral de austeridad y dedicación desinteresada para construir una mejor Venezuela para todos.
Buenos días. Interesante reflexión. Dado el restrictivo espacial del editorial, los comentarios deben ir en similar extensión. Lamentablemente, dos generaciones de venezolanos reconstruirán un país que no es de CIUDADANOS sino de pobladores. Estime cinco años de reconstrucción por cada año de gobierno «totalitario; racista, mendigo, cleptómano». Total, serán los bisnietos de los nietos quienes disfrutaran de un país SERIO, respetuoso del quehacer ciudadano, amante de la intelectualidad de sus habitantes, enemigo del cultivo del odio de clases y colores de pieles, creyente en DIOS.
Cuando una caja de preservativos vale 650 euros, el equivalente al 85% del salario mínimo ( ABC.es ) ; o, 1000 gramos de Harina Pan llega a 19 Bs/F y se pide un nuevo reajuste ; o, un candidato presidencial le pide al pueblo que se ´´organice y presione´´ para llegar a ser (el) Presidente ; o, se detiene y ´´expropia´´ a empresarios y empresas , significa sencillamente que estamos frente a un país que no funciona en lo absoluto, que va a la deriva y que su ´brújula´´ perdió el Norte hace mucho tiempo. Y no es que el resto del mundo esté funcionando bien, porque entre el Estado Islámico, Rusia, Grecia y la locura de Podemos en España, los ´´desaparecidos´´ de México y una nueva fosa con mas de sesenta cuerpos y un Fiscal dado de baja en Argentina, con los Emiratos Árabes Unidos confrontados con los Estados Unidos…no parece que nos pueda ir nada bien, si ni siquiera sabemos donde estamos ubicados ni que ´´pito´´ tocamos en la economía global ; y eso, sin contar que para morir lo que hace falta es estar muerto, pero que sin urna no hay entierro, pese a que hay madera suficiente para el ´´cajón´´ y una buena candela para la incineración. A veces, ante los problemas es mejor tener una buena inventiva y mucho´´ emprendimiento´´.
Que estamos en el foso y que pareciera que el ciudadano común está en medio de un estado generalizado de corrupción e indefección, nadie lo pone en duda. Y es que sin Dios y sin ley cada quien quiere hacer lo que le da la gana y de hecho lo hace, porque lo que impera es la mas absoluta impunidad. Estamos como en el medio de aquella obra ´´Crimen y castigo´´, pero sin castigo. No obstante, hay algo en nosotros los venezolanos que nos impide rendirnos, siempre nos queda algo que nos impide claudicar, al menos de los pocos que vamos quedando en nuestro país ;o tal vez, porque no nos queda otra que continuar enfrentando el enemigo, aunque sea ya por ´´costumbre´´. Un ejemplo de ello es la perdida de nuestro humorista Zapata, el alumno de Nazoa, siempre consecuente hasta el último aliento. Eso si es ser por naturaleza la esencia del venezolano y contra esos valores, ni la presente dictadura ha podido extirpar, y vaya que lo ha intentado, pero sin éxito.
El camino que nos queda por recorrer es ´´largo y culebrero´´ pero al menos es un camino, aunque a ciencia cierta no sepamos conque nos vamos a encontrar al final del mismo ni cual será el punto de llegada. Lo cierto es que en el substrato de esa arcilla maleable que está en todos nosotros, siempre ha habido un espacio para la esperanza. Intuimos que la Venezuela del ayer nunca mas será la misma. De seguro el entendimiento entre nosotros y la vuelta a la civilidad y la convivencia tendrán un significado diferente y la convivencia ciudadana tendrá que ser negociada. Algo así como un nuevo Contrato Social al mejor estilo originario de Rosseau, pero adaptado a nuestras necesidades y exigencias del momento presente. Quizá carezcamos de un líder carismático con la visión de un estadista avezado, pero con eso no se nace sino que se hace. El todo y como reza el EDITORIAL de hoy : ´´ El camino para la reconstrucción del país será lento y complejo ´´,,, Tal vez, sea cuestión de décadas y hasta puede ser la tarea de varias generaciones durante gran parte del Sg., XXI, pero lo importante, es trazar las metas y hacer que los objetivos nacionales sean aceptados y compartidos por todos. Solo así, tendremos alguna probabilidad de sobrevivir como nación. ¡ YA VEREMOS !.
«una oposición que luce unida, pero cuya unión esta literalmente pegada con saliva de loro.» Yo más bien diría que algunas porciones de la Oposición no están genuina y sinceramente unidas al Todo, en esos grupúsculos y «líderes» pesa más la Politiquería, no piensan en el país sino que le anteponen sus intereses grupales e individuales, lo contrario de lo que debe hacer quien ejerza la Política.
«se requiere de aplicaciones de quimioterapia»: También hay la alternativa, como en la Medicina actual respecto del Cáncer, de cambiar de hábitos de conducta y alimentación, y de actitud mental, para combatir el Cáncer, sin llegar al extremo, invasivo y por lo general contraproducente, de la quimioterapia. Los grandes giros que experimentaron dos colosos del Totalitarismo y el Estancamiento, la China y la URSS, evidencian que se puede salir de grandes atolladeros sin incurrir en «Quimioterapia».