Volvieron a Mérida las colas kilométricas para surtir de gasolina
Nora Sánchez- Mérida
@norasan16
Desde el pasado sábado las colas para surtir de combustible han sido la estampa diaria en la ciudad de Mérida, la cual colapsó este miércoles producto del tráfico que generan las largas filas de automóviles, camiones y autobuses.
Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodian y controlan la venta de gasolina y gasoil en las estaciones de servicio que están militarizadas nuevamente, ya que estas colas se agudizaron hace cinco días, pero la misma situación se ha presentado desde el pasado mes de julio en el que los merideños comenzaron a sorprenderse por las colas, las cuales no eran comunes en la “ciudad de los caballeros”.
Entre dos y tres horas aguardan en cola los merideños para colocar solo 30 litros de combustible y desde la semana pasada hacen lo propio los conductores de las unidades de transporte, que deben ser paradas por horas para cargar gasoil y luego poder prestar el servicio.
Nadie sabe la causa de la escasez
El martes en rueda de prensa el gobernador de Mérida, Ramón Guevara, señaló que las colas no son solo en la ciudad andina sino en casi todo el estado.
Ante esa realidad, informó que se reuniría este miércoles con el gerente de Operaciones de la planta de llenado de combustible de Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), ubicada en el kilómetro 15 del municipio Alberto Adriani (El Vigía) para conocer la situación real.
Al mismo tiempo, aseguró que la próxima semana “vamos a exigir en las instancias nacionales, en la visita nuestra a Caracas, que se solucione el problema para la región andina”.
El gobernador, quien está consciente del caos vehicular que generan las colas dijo que el gobierno nacional debe buscar las alternativas “porque esto va a colapsar y en un momento cualquiera se puede generar un problema de orden público, donde la fuerza pública va a tener que actuar y las consecuencias pueden ser mayores”, advirtió.
Mientras que los merideños hacen cola para surtir combustible, a las mismas se acercan vendedores ambulantes de productos y alimentos como café, lo que afea la ciudad, ya que las colas “traen miseria”, manifestó Verónica Uzcátegui, quien tenía dos horas en cola para surtir de gasolina, dijo.
