El largo camino hacia la libertad
Sławomir Rawicz, soldado y escritor polaco, fue prisionero de los rusos y condenado a 25 años de trabajo forzado en un gulag de Siberia en 1939. Rawicz al comprender que de permanecer allí la muerte estaría a la vuelta de la esquina, planeó junto a otros seis presos una huida hacia el sur en la primavera de 1941.
La historia relata que Rawicz y sus compañeros caminaron 6 mil kilómetros. Luego de cruzar la vía del Transiberiano se adentraron en el salvaje desierto del Gobi, el Tíbet, el Himalaya y finalmente en invierno de 1942 llegaron solo tres de ellos a la India Británica. Así le pusieron fin a su largo camino hacia la libertad.
La encrucijada
Los últimos 16 años hemos venido transitando un escabroso camino, pareciera toda una vida el tiempo que hemos estado viendo a nuestra Venezuela derrumbarse poco a poco a manos de un gobierno que lejos de procurar el bien común se dedica a destruir y a enriquecerse mientras nuestro pueblo se hunde en la desidia.
El Estado creció y como parte de su ideología se llevó todo a su paso, perdimos nuestros derechos y libertades, lo que nos llevó a una encrucijada: decidimos cambiar o simplemente hundirnos.
Esa polarización que imponía distancias entre amigos y familiares se desvaneció. Hoy la historia pinta un panorama distinto, los graves problemas que vive el país nos unen y la demanda de transformación se esparce cual virus por toda la geografía nacional. Ya el enfrentamiento no es entre chavistas y opositores, es entre los venezolanos y un grupito aferrado al poder.
El mensaje de las cifras
La última encuesta de Datanálisis indica que un 90,2% de la población evalúa negativamente la situación del país, un 75% desaprueba la gestión de Nicolás y un 63,8% votará este 6D por los candidatos de la Unidad. Las cifras reflejan la pérdida de apoyo popular del régimen y el divorcio entre la realidad y el escenario que nos intenta vender el oficialismo.
Ese sentimiento nacional tenemos que convertirlo en votos, quedan pocos días para la elección y debemos unificar nuestros esfuerzos para garantizar y resguardar la victoria de las fuerzas democráticas.
La nueva Asamblea Nacional tiene el reto de reconciliar al país, abrirle la puerta al diálogo entre las diferentes fuerzas políticas, pero sobre todo, ser la válvula de escape ante la grave situación que nos agobia día tras día.
El 6 de Diciembre cerraremos un oscuro ciclo y le pondremos fin a nuestro largo camino hacia la libertad.
