El pueblo clama por un diálogo sincero y con resultados
Aplaudimos el anuncio de un nuevo diálogo entre el gobierno y la oposición, mientras tenga como fin construir condiciones electorales para encontrar una salida política, constitucional y democrática a la grave crisis que vivimos.
No podemos enfocar exclusivamente las exigencias en el cambio del sistema electoral, estamos claros que es importante, pero es necesario abordar también el tema de los presos políticos y la emergencia humanitaria que viven los venezolanos, quienes comienzan a cansarse de los discursos y no ven soluciones.
La frustración del pueblo es creciente, especialmente entre los simpatizantes del oficialismo, quienes hace tres meses salieron a votar con el “toque de diana” para elegir una Asamblea Nacional Constituyente con la que le prometieron, una vez más y por enésima vez, que acabarían con la fulana guerra económica y con su voto retornaría la paz.
Pero la realidad pega en el estómago. A más de 90 días la inflación galopa con más fuerza y la paz es un discurso que nadie se come. Como me decía recientemente un ama de casa en Río Chico: “la paz nos abandonó hace tiempo, no me puedo ir a dormir en paz sabiendo que tengo la nevera vacía y no tendré nada que darle de comer a mis hijos”.
El Noti Patria, ese que cada medio día encadena los medios de comunicación con propaganda política en la que pintan un país que no existe, le recuerda a ese venezolano, al que las tripas le suenan del hambre, que ni con paz ni discursos políticos se va al mercado y mucho menos se paga el aumento de pasaje.
El 10Dic yo voto
Tras los resultados del 15 de octubre todo cambió, muchos electores se sientes confundidos ante el llamado de algunos dirigentes a no participar y la de otros que sí creemos en el sufragio como una herramienta indispensable de lucha, o es que pretenden que se entreguen prácticamente en bandeja de plata las alcaldías que históricamente han estado en manos opositoras.
Alguno se ha detenido a pensar qué pasará con los empleados de alcaldías como El Hatillo, Los Salias, Baruta, Chacao o Carrizal si se entrega al chavismo esas administraciones en diciembre. Hablamos de cientos, miles de trabajadores que hoy se sienten a la deriva, abandonados.
Es la hora del ciudadano, es la hora del compromiso de cada uno de nosotros con el país, con nuestros municipios, no tenemos que esperar que por televisión salga ningún líder a pedirnos que hagamos o dejemos de hacer lo que es nuestro deber: votar.
Defender lo nuestro
El carrizaleño lo tiene claro: saldrá a votar el 10 de diciembre masivamente en defensa de su municipio, del buen vivir. Nuestros vecinos están preocupados ante el rumor, cada vez más fuerte, de la construcción de varios complejos habitaciones de la Gran Misión Vivienda en la jurisdicción en el negado de que el madurismo gane las elecciones.
Sería una locura construir edificios sin contar con una ampliación de los servicios, Carrizal terminaría siendo un espejo de Guaicaipuro, donde tras la instalación de la referida misión decenas de sectores se quedaron sin agua y sobreviven comprando camiones cisternas semanales. Nuestra gente defenderá democráticamente lo que tanto le ha costado construir gracias al buen gobierno.
