Encuentro en el Quay D’Orsay
Ayer fue recibida por el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, la Señora Ministra del PoPo de Relaciones Exteriores de Venezuela. Las reseñas del encuentro son contrastantes y reveladoras de que la entrevista marchó por vías paralelas y una de las partes ha pretendido caracterizarla de manera diferente.
En Caracas, se señala que hubo una Reunión de Trabajo en París, en tanto que los franceses indican que la Señora fue simplemente recibida y las fotos publicadas por la propia Casa Amarilla, muestran a los dos Ministros, cuatro funcionarios y una intérprete, sentados de visita en uno de los magníficos salones del Quay d’Orsay, sin utilizar las acostumbradas facilidades para reuniones que tienen todas las cancillerías, ni se perciban los habituales instrumentos de trabajo, utilizados en encuentros que pretenden ir más allá de una mera formalidad protocolar.
La reseña venezolana indica que Señora Rodríguez “dilucidó con su homólogo información referente a las acciones violentas que ha emprendido la oposición venezolana en contra del gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro. En este contexto, informó sobre los mecanismos legales y judiciales que adelanta el Estado para preservar la paz en Venezuela”
La reseña francesa dice que el Señor Ayrault “afirmó que Francia presta particular atención a la situación de los opositores políticos encarcelados y expresó su deseo de que se reanude rápidamente el diálogo, en el respeto del marco democrático y constitucional”.
La Ministra “mostró detalles de la nueva Agenda Económica Bolivariana y los motores productivos que se han activado en el país para derrotar la ofensiva económica promovida por sectores desestabilizadores de la ultraderecha, parte de la guerra no convencional desplegada contra Venezuela por los grandes centros imperiales de poder”
El Ministro mencionó “la difícil situación en Venezuela y reiteró el apoyo de Francia, en colaboración con sus socios europeos, a la mediación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)”.
Ambas Cancillerías coinciden en que hicieron un repaso, dicen los franceses de “nuestra cooperación bilateral”, mientras que los chavistoides señalan que “revisaron distintos temas de la agenda bilateral entre Venezuela y Francia”. En todo caso, no luce muy factible que haya habido acuerdos, a juzgar por la forma en que cada parte reseñó, por su lado, lo acontecido en el encuentro.
Normalmente, en el oficio diplomático cuando hay una reunión de trabajo bilateral, los resultados se recogen en algún tipo de documento conjunto, bien sea una declaración, un acta común, unas conclusiones convenidas, un comunicado de prensa acordado o, al menos, uno que refleje, en párrafos yuxtapuestos, la posición de cada parte. Pero la ausencia absoluta de estos elementos, nos indica que no hubo en realidad reunión de trabajo o que el desacuerdo fue de tales proporciones, que no permitió llegar a documento conjunto de ningún tipo.
Ante una situación de esta naturaleza, es forzoso concluir que, gracias a las características de quienes están al frente de nuestros asuntos diplomáticos, ha habido otro logro internacional para la oposición venezolana. Para la Casa Amarilla, en todo caso, París bien vale una misa.
