La unidad que no se divisa, aún es positiva
“Todo tiene su final, nada dura para siempre”, dice la canción y eso justamente le pasó a la coalición opositora en Venezuela.
El problema interno de la Mesa de la Unidad Democrática es un hecho tan notable que ninguna apariencia lo puede ocultar. Sin embargo, lo que ahora causa desasosiego, temor y hasta descabeza a la masa que se opone al chavismo es un elemento que se debe ver desde el mejor ángulo: hacía falta una depuración dentro de esa coalición.
En estos momentos tan críticos para Venezuela es vital para los grupos que hacen oposición al Gobierno parar, pensar y crear una estrategia única de construcción, rescate de los valores democráticos y la constitucionalidad, a pesar de las diferencias entre ellos que obviamente no cesarán.
Desde la clandestinidad y huyendo de la persecución política, el diputado de la Asamblea Nacional y coordinador de Voluntad Popular, Freddy Guevara, fue claro en su mensaje: “Hemos identificado a las personas que dentro de la oposición le hacían el juego al Gobierno”. Por su parte, Andrés Velásquez, quien pelea la Gobernación de Bolívar, sentenció: “Pertenezco a la MUD, pero no me siento parte de ese bloque”. Ambas afirmaciones, y otras tantas similares de opositores, pudieran ser una muestra de que pronto una nueva unidad hará frente al chavismo.
De hecho, varias voces se han identificado con esa tendencia y algunos actores políticos, aún inhabilitados, se han enfilado hacia esa nueva coalición opositora que por ahora pareciera no definirse del todo.
Por otro lado, otras voces opinan sobre las costuras de varios actores de la MUD, quienes ya no pueden ocultarse y han quedando al descubierto con las negociaciones y la falta al pacto democrático que los llevó a unirse, el cual en estos momentos se derrumba por el incumplimiento de palabra.
El sector opositor tiene en sus manos un importante apoyo internacional y una masa descontenta esperando ser guiada. El chavismo, por su parte, tiene la fuerza de permanecer unido, a pesar de sus notables divisiones, y ejecutar estrategias desde el poder y las instituciones que domina. Las cartas están echadas, veamos quién logra su cometido.
