Los crímenes de Ortega en Nicaragua
Carlos Armando Figueredo
Los asesinatos cometidos en Nicaragua por Daniel Ortega y su banda de criminales, de haberse producido en un Estado Parte del Estatuto de Roma, son crímenes de lesa humanidad pero Ortega y el gobierno dizque “sandinista” se han negado a ratificar el tratado, sin duda porque Ortega y su banda saben que pueden ser acusados ante la Corte Penal de La Haya.
En Nicaragua, las pacíficas manifestaciones de nicaragüenses que no quieren vivir bajo dictadura, han sido reprimidas salvajemente por los cuerpos policiales del gobierno y por las bandas de paramilitares bajo las órdenes del dictador, semejantes a los colectivos de Maduro en Venezuela.
En Managua, en Masaya, y a lo largo de toda Nicaragua, se dispara a matar con armas de guerra, apuntando a la cabeza incluso con balas explosivas.
A diferencia de Venezuela en la que los crímenes de Maduro se están llevando a la CPI, en Nicaragua no se pueden llevar, a pesar de que son más crueles. La orden de Ortega es matar y es así que una gran parte de los muertos fue con disparos a la cabeza hechos dolosamente por policías y miembros de turbas sandinistas, todos bajo órdenes de Ortega.
Es cierto que en Venezuela hubo muchos muertos en manifestaciones y marchas de la oposición pero en la mayoría de los casos era por impacto de bombas lacrimógenas, con disparos dizque disuasivos pero con cartuchos de escopetas cargados de no de mostacilla sino de pedazos de metal. Sí hubo casos de muertos con disparos de armas de guerra como en el caso de Oscar Pérez y misiles, porque la orden era de matar, tan es así que Oscar Pérez y sus compañeros, heridos en el suelo, fueron rematados con disparos supuestamente “de gracia”, a la cabeza.
Respecto de los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela, por Maduro y sus súbditos, sí hemos visto que la OEA ha sido muy diligente en condenarlos. El Secretario Luis Almagro convocó audiencia en las cuales testigos declararon cómo hubo asesinatos, torturas, todos crímenes de lesa humanidad. Con base a esos testimonios y a toda la documentación presentada, Almagro nombró una comisión de expertos, integrada por los reconocidos juristas: Santiago Cantón, ex Secretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, profesor de la American University de Washington; Irwin Coller, ex Ministro de Justicia y ex Procurador General de Canadá y Manuel Ventura Robles, ex Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En su informe, aprobado por la OEA, se llegó a la conclusión de que Maduro había cometido crímenes de lesa humanidad castigados por el artículo 7 del Estatuto de Roma. Almagro decidió pasar el informe a la Fiscal de la Corte de La Haya y recomendó que alguno de los Estados Parte del Estatuto de Roma acusara a Maduro, con lo cual se abriría de inmediato un procedimiento, Se rumora que ya hay cuatro Jefes de Estado, miembros de la OESA, que están dispuestos a acusar a Maduro. Por si esto fuera poco, el recientemente electo Presidente de Colombia, Iván Duque, había declarado que una de sus primeras acciones al asumir la presidencia sería acusar a Maduro ante la CPI.
De ser parte Nicaragua del Estatuto de Roma, Ortega también podría ser acusado ante la CPI, por los mismos crímenes imputados a Maduro. Lo que sí puede suceder es que las víctimas de los crímenes en Nicaragua denuncien las violaciones de sus derechos humanos ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA. La condena que allí se obtuviere, así como en la Corte Interamericana, llegado el caso, no sería contra Ortega sino contra Nicaragua.
Es de esperar es que la comunidad presione, como lo ha venido haciendo en pro de Venezuela, para que se restaure la democracia en Nicaragua. Si hasta ahora lo había venido haciendo es porque había intereses económicos de por medio con un Ortega muy complaciente con las inversiones extranjeras.
