Opinión Nacional

El censo de las maravillas

En rueda de prensa el Instituto Nacional de Estadística dio a conocer las cuentas de pobreza. Como es su costumbre destacaron ampliamente los avances del gobierno en esta materia. Queda de manos del país no gubernamental insistir en los problemas, en los retos que quedan pendientes, develar ese «país de las pesadillas» del cual no nos quieren hablar, pero que todos sabemos que existe.

El principal atributo de los datos censales no es dar cuenta de la coyuntura. De hecho se trata de datos de 2011, por lo tanto las novedades no tienen que ver con la actualidad sino con el grado de detalle de la información.
Un censo, a diferencia de cualquier muestra, permite desagregar la información hasta el límite del secreto estadístico; es decir, su información puede ilustrar las características socio demográficas y económicas de una manzana (cuatro cuadras) de cualquier ciudad del país.
Es por ello que quizás lo menos importante de la información que arroja un censo, aunque es lo más publicitado, sea los grandes promedios nacionales. Los censos se hacen para conocer los detalles, esos que una muestra no puede llegar a representar y también, claro está, para convalidar o no lo que los estudios muestrales están diciendo.
En consecuencia sobre lo que deberíamos escudriñar en el censo 2011, es en los detalles, en las fuertes diferencias territoriales que exhibe el país y que sólo si nos enfocamos en ellas, entonces los promedios pueden mejorar más rápidamente de lo que la simple tendencia modernizadora del país puede ir empujando.
Pongamos algunos ejemplos. Según el censo de 2011 el número de familias que en Venezuela habitaban en viviendas inadecuadas era 619 mil, mientras que en 2001 eran  493 mil. Aumento en términos absolutos porque su caída porcentual fue poco menos que modesta (de 9,4% a 9,03%).
Ahora bien, si la Misión Vivienda tuviera por primera meta la erradicación de los ranchos en Venezuela, y no la populista meta de acabar con el déficit habitacional (vaya usted a saber cómo se calculó ese déficit), pues entonces concentrando sus esfuerzos en aquellas entidades federales donde es mayor la cantidad de viviendas construidas con materiales de desechos (Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Guárico, Lara, Portuguesa y Zulia) y que representan 60% de ellas (unas 373 mil viviendas), pues entonces con las que dicen haber construido en este año y medio de iniciada la masiva construcción de viviendas, se hubiera reducido en más de la mitad la cantidad de ranchos en Venezuela.
Los datos censales le hubiesen permitido al esfuerzo de construcción de viviendas apuntar mejor todavía. Por ejemplo, en el estado Anzoátegui de los 35 mil ranchos, 70% están entre Barcelona, Puerto La Cruz, Guanta y Anaco.
Para el caso de los dos primeros, por tratarse de los principales centros poblados de ese estado, habría que bajar a parroquias y, mejor aún, a barrios y urbanizaciones, hasta llegar a segmentos censales (conglomerados de 200 vivienda, que a su vez corresponde a la delimitación territorial aproximada de los consejos comunales), para identificar las zonas donde cada vivienda construida contribuye más certeramente con lo que hubiese sido esa primera meta, más que deseable, de acabar con los ranchos de lata en uno de los 10 países principales productores de petróleo en el mundo como es el nuestro.
Para eso sirve, entre otros, un censo. Para afinar la puntería y hacer mucho más efectiva la acción del Estado. Por lo que es la propaganda que el gobierno hace con sus estadísticas sociales, sus planificadores se muestran más que satisfechos porque los promedios nacionales han mejorado moderadamente luego de haber recibido ingresos petroleros por montos que teníamos 30 años sin haberlos registrado.
Lo que no saben, o parecieran no saber, estos gerentes de la publicidad, es que si hicieran las cosas apostándole a reconocer los problemas para resolvernos y no ocultarnos, como quien esconde la basura bajo la alfombra, pues la rueda de prensa del presidente del INE hubiese sido para dar noticias mucho mejores a lo que fueron las tímidas reducciones de la pobreza, cuando no aumentos, si lo vemos en términos absolutos y por número de personas, estadísticas que tontamente, y por ahora, no publican en la página del instituto.
El censo de población y vivienda es un instrumento poderosísimo para la planificación de las políticas sociales en el país, siempre y cuando se utilicen para buscar los problemas y no para, como parece ser el caso, aplaudir al gobierno, lo cual nadie está diciendo que no se haga en aquellos casos donde allá de qué congraciarse, pero que resulta manipulador cuando no cínico, cuando se mantienen en el plano de los logros y no identifican ni uno sólo de los retos que tiene el desarrollo social del país.
La información social que recoge el país, por lo que se ve, no orienta las políticas sociales. Por lo tanto, ellas refuerzas la reproducción social de la injusticia. No son una alternativa para revertir las asignaciones que hace el mercado y que excluyen a las mayorías.
Mantienen el esquema distributivo por tratar de llegarle a un universo que, por ser desigual, permite que unos se aprovechen más de las políticas sociales que otros, sean ellas viviendas subsidiadas, productos a bajo precio o cupos y becas escolares o laborales.
Una política social que no hace las discriminaciones entre los posibles beneficiarios que la información social permite, simplemente refuerza la injusticia social y no logra el principal objetivo de cualquier proyecto socialista, revertir las tendencias  del mercado, por medio de la redistribución de los ingresos, beneficios y privilegios.
 Mientras no tengamos una política social que efectivamente se diferencie de lo que naturalmente ocurrirá si dejamos que el mercado opere libremente, pues es posiblemente que socialmente sigamos mejorando conforme la economía lo vaya permitiendo, pero con una tasa de mejora mucho menor a la que tendríamos si la acción del Estado fuera más allá de lo que dicta el mercado.
El censo esta allí para hacerlo. Esperemos que haya oportunidad de utilizarlo como es debido antes de los próximos 10 años y no, que sólo haya sido un esfuerzo para las vacuas consignas del gobierno de las maravillas. 
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba