El país de las nulidades engreidas
Con el mayor respeto voy hacer referencia a una persona que ya no está viva, pero cuya memoria pretenden ensalzar a su manera y forma por demás extraordinaria los seguidores del Vergatario Bolchevique, me refiero a quien en vida fuera William Lara. Las cosas deben conocerse y difundirse como son.
Aclaro que no tuve el gusto o el disgusto de conocerlo personalmente, sino por sus hechos, dichos y conductas. Primero lo recuerdo por un escándalo de índole judicial y vinculado a un decir de un adversario , donde hizo y deshizo para que se le favoreciera con la decisión. La verdad es que la sentencia vale la pena leerla para que nos dé pena ajena.
Me cuenta más de un Guariqueño de raíz que su paso por el Estado Guárico, fue algo parecido, hizo y se impuso a las buenas o a las malas. No precisamente se le recordará por la civilidad ni buen ejercicio de la autoridad.
Con un carácter rayano en el capricho y malcriadez, que no en la reciedumbre, con la cual pretende adornársele, pretendía hacer y deshacer a sus anchas y cuando ello ocurre ante pacíficos ciudadanos como son los llaneros, llevaderos y humildes, como los ha hecho la naturaleza de su hábitat, las cosas cambian de tono pues aquellos gestos y actitudes no son bien recibidas.
El dicho ciudadano no se caracterizo por un mandato razonable, cual debe ser la actitud de todo funcionario, sino por imponer sus caprichos. La gestión que tanto se cacarea de haber cumplido con la recuperación de tierras, si por tal no debe entenderse el abuso contra la propiedad ajena, no fue en nada apegada a la Ley y de las hectáreas que se dice recuperó, su mayoría no lo fueron conforme la Ley , sino a los arbitrarios procederes que supo también imponer en la gente del Inti y otras dependencias oficiales del Estado.
Me toco atender profesionalmente los efectos de un capricho del mandatario hoy fallecido, pues no de otra manera se entiende la manía de destinar una laguna de propiedad privada, a una especie de balneario y deposito comunal de aguas en un fundo privado, induciendo con ello a la invasión y ocupación ilegítima de la propiedad.
Si se quieren hacer obras trascendentes y que nos las aplaudan, hagámoslas, diseñémoslas y ejecutémoslas, con reales nuestros o que nos han puesto por administrar, pero no pretendamos para ello tomar amedrentar y disponer de lo ajeno bajo ningún pretexto y además derivar reconocimientos y méritos.
El ejercicio del poder abusivo, no es ejercicio de poder sino Abuso de poder. Esa mala maña tan generalizada hoy, proviene del animo de imitación impuesto por los malos ejemplos del grotesco bolcheviquismo de quien dice conduce al país.
Me comentaba otro llanero guariqueño, que el Estado se encuentra «en mabitado «, salio de Guatemala cuando se quitaron de encima a Manuit, en lo que se debe reconocer actuó muy solícito pero desapegado de la Ley el Gobernador Lara, pero llegaron a Guatepeor con el mandato de este último. Dice el refrán criollo ”que no hay peor cuña que la del mismo palo” El socorreño olvidó que provenía de su mismo Estado.
Lo triste de todo esto, y de allí el título de la columna de hoy, es que mientras se perdió o se hizo perder una vida ejemplar como lo fue la de Brito, sin siquiera recordarlo con un merecido acto o reconocimiento, la muerte de Lara, tuvo una impactante resonancia impuesta por sus copartidarios. Casi fue la muerte de un héroe cuyo acontecer, poco se conoce, pues la gran mayoría de los habitantes de este país, ni los conocen ni reconocen. La trayectoria de vida solo es conocida por sus seguidores políticos. Mal síntoma que debe tomarse en cuenta.
Mucho debe meditarse cuando se trata de reconocer méritos, más cuando el reconocimiento es sobre hechos poco lúcidos y transparentes de a quien se ensalza.
No quiero entrar a hurgar otros detalles de la vida del hoy extinto gobernador, pues no soy de los que gusta hacer ceniza con el árbol caído y en todo caso eso parece ser pavoso.