¿Cómo salimos de esto?
Es esta una pregunta que nos hacemos todos los días todos los venezolanos. Intentaremos darle una respuesta bien fundamentada. Tenemos que partir identificando al adversario, no el enemigo que no es lenguaje democrático, para poder contestar entonces cual es la salida.
El adversario ciertamente no es un demócrata. Apareció en política intentando un golpe de estado (1992),en el 2002 renunció y en el Revocatorio (2004) cuando le fue revocado el mandato siguió en el poder de facto.
Legitimidad de origen no tiene. Durante el ejercicio del poder ha violado la Constitución que fue aprobada por el pueblo, acabó con el Estado de Derecho y las instituciones públicas y dispone de los recursos del Estado sin darle cuenta a su propietario único: EL Soberano. Legitimidad de ejercicio tampoco tiene. Tenemos entonces que el adversario a derrotar demócrata no es y no tiene entonces por qué respetar la Soberanía Popular el próximo año.
El adversario no es tampoco un gobernante sino un actor para quien Venezuela y el mundo es una gran sala de teatro. Esto explica por qué en doce años no puede presentarle una obra de gobierno a los venezolanos quienes no tiene garantizado por el Estado ni la vida, ni los alimentos, ni la salud, ni una vivienda digna, ni el respeto a la soberanía. Nada de eso es prioridad sino mantenerse como sea en el poder el mayor tiempo posible utilizando un lenguaje de amenaza mezclado con proyectos fantasiosos para captar la atención tanto del venezolano como de otros países. Si como gobernante no sirve, como actor hay que reconocer que es bueno y es ayudado por la hegemonía comunicacional que Fidel seguramente le aconsejó.
El adversario tiene de consejero al Dictador de un país hermano que llevó a la quiebra pero que se ha mantenido en el poder antes por la ayuda económica de la URSS y ahora de Venezuela. Este asesor es una persona sin escrúpulos de ninguna clase que lo tiene bajo su control al garantizarle cincuenta años en el poder si sigue sus instrucciones-. El actor lo obedece sin importarle las consecuencias que esto pueda tener para su pueblo. Fidel lo necesita y lo maneja irrespetando la soberanía del pueblo de Venezuela para decidir su destino.
El adversario no es valiente sino guapetón que es muy diferente. Por la televisión amenaza como todo-poderoso pero el 4F se rindió y el 11 de Abril renunció, suplicando que le respetaran la vida que él se iba tranquilo para Cuba. Los homicidios anunciados se cuentan por decenas y la guardia personal es la sugerida por Castro. Por la TV. aparece como un valiente pero sus antecedentes históricos personales niegan esa valentía. Ahora con la amenaza de un cáncer quitó hasta la palabra “muerte” de la consiga de su revuelta. No quiere saber nada de eso.
Identificado el adversario está claro que no es ni competente ni valiente, pero sin embargo ha logrado montar un régimen de fuerza que solo puede ser desmontado con otra Fuerza Superior y esta exige la unidad. El sector político ya logró la unidad con la MUD pero el sector social, que es la Venezuela que trabaja, que lucha, que educa, que produce, que comunica y que ejerce una profesión necesita crear la MUS (Mesa de la Unidad Social) que son los sectores sociales que constituyen a Venezuela. Si en el 2012 el régimen intentara desconocer la voluntad del Soberano tendría que enfrentarse entonces en las calles con el país completo unido en un solo bloque para defender la democracia y la libertad. Quien corrió dos veces correrá por tercera vez. Unidad. FUERZA VS. FUERZA.
Profesor de Instituciones
Políticas de la U.C.A.B.