Opinión Nacional

Extravaganzas conductuales: Irreverencias y delitos

Procederé esta semana, en el orden de los casos a comentar, analizando de los más increíbles e inauditos, a los ya más ordinarios y rutinarios.

Por supuesto que no puedo pasar por alto esta semana lo comentarios sobre el trágico y lamentable accidente del helicóptero Puma siniestrado y la muerte de cuatro venezolanos que los tripulaban, hecho acaecido en Bolivia.

No puedo afirmar que la causa haya sido culpa de tripulación, ni de navegación. Se trataba de verdaderos veteranos del aire, pero si posible y grave descuido en el mantenimiento de una nave fura de lo común. Debo y tengo que alzar mi voz, como ex piloto, en el sentido de que es irresponsable que no se hayan tomado las medidas para el debido y adecuado uso de tales equipos en condiciones fuera de los parámetros normales de uso de dichos aparatos.

Lo helicópteros, cual sea su clase, hasta la fecha no son equipos para traficarlos a las alturas habituales en que debe navegarse en Bolivia, país, que igualmente tengo el gusto de conocer amplia y suficientemente y de difícil topografía habitual.

Tampoco es justo que esos equipos, especiales, bélicos, rústicos, y que requieren de mantenimiento medio y alto cuando menos cada seis u ocho meses, se los tuviere en un lugar y bajo responsables que no podían garantizarlos.

Todo lo dicho a mi modo de ver, para no tildarlo de simple irresponsabilidad, hace recaer seriamente culpa, aun leve de quienes autorizaron el uso de tales aparatos en dichas condiciones, a sabiendas de su destino y uso, y del no apropiado mantenimiento.

Una cosa son las payasadas políticas de Don Regalón y su humanitaria manía por desprenderse de lo que no es suyo en pro de pseudos bolivarianismo heroico con las naciones vecinas del entorno centro y sur americano, y otra la irresponsable actitud que ello supone al provocar irreparable y lastimosa muerte de venezolanos.

La segunda a la que me he de referir en esta semana es a otra insólita informacion sobre la disposición vía gratuita de un considerable número de vehículos nuevos, con destino a la misma Bolivia, y como nuevo regalo para los grupos, comités, o peloteras de usuarios bolivianos coqueros, agraristas o indígenas.

Unas simples consideraciones nos ponen en evidencia lo irreverente e insostenible de dichos actos al compararlos con la realidad nacional. En efecto hay para mandar mil carros a un país vecino, pero no para proveer patrullas a los cuerpos policiales del país y cuando menos amedrentar al hampa que hace y deshace en la patria a sus anchas, o para no tener en cambio ambulancias suficientes en ambulatorios y centros de emergencias, o para instalaciones y asentamientos campesinos nacionales alejados de los centros de comercialización.

En verdad que uno no entiende a la gente irresponsable de este gobierno. Y no hablemos nada sobre si dichos actos de disposición de bienes nacionales tienen o no las debidas autorizaciones legales, y si por ello se cometen o no violaciones que con toda justicia deberían dar derecho a inhabilitaciones electorales a unos cuantos funcionarios del gobierno. Pero todo se explica por el nauseabundo celestinaje con el cual se convive en el país.

Voy ahora con la tercera perla noticiosa de esta semana: El indebido, inadecuado, ilegal e inmoral uso de un avión , que se dice de PDVSA o bajo custodia de dicha entidad oficial, para transportar a los señores guerrilleros colombianos en su viaje de visita a Nicaragua, y de lo cual ha dado cuenta tanto la prensa nacional como la Internacional.

Si me van a salir al paso, con que ello no es así, que el avión no es de PDVSA, sino un comiso de un transporte de contrabando o droga, tampoco ello provoca razón alguna para disponer de tal bien para dichos fines, por ser igualmente ilegal, improcedente e inmoral que se lo haga para ese tipo de transporte.

Tales bienes, si bien es cierto que pueden ser objeto de comiso e inclusive se autorice su uso para evitar deterioro o custodia a alguna dependencia oficial, resulta inmoral que lo sea para transportar, aun por razones humanitarias a grupos de irregulares, y mas si descarada, burlona e impúdicamente se lo hace, para que los usuarios sean miembros del ejercito irregular de un país con el cual llevamos relaciones y estamos procurando revitalizarlas y regularizarlas de buena fe.

Sin con ello se pretende decir que estamos dando un ejemplo de cómo no debió tampoco el señor Presidente de Colombia usar camuflada e ilegalmente un equipo bélico con la insignia internacional de la Cruz Roja, tal actitud es igualmente irreverente.. El aludido atropello internacional tampoco puede justificar el cometido por nuestro gobierno al tolerar esos hechos.

La verdad es que ya no se puede pensar hasta cuando y hasta donde se infringen las leyes y principios internacionales. Imploremos pues sensatez, o añoremos a futuro castigos ejemplares a quines de modo tan irregular han conducido este país.

Finalmente y para no quedar yo solo asombrado, nada mas de paso les refiero que tuve la primicia de ver y presenciar , en la grata urbanización La Florida de nuestra capital, que no en el 23 de Enero ni el ilustre Guarataro, un asalto “busificado”, es decir, vi con estos ojos que ven y orejas que oyen, un asalto en una parada del metro, donde dos balandros, llevaron a cabo un asalto a todo un autobús del Metro, incluyendo a su conductor y pasajeros, a pleno día, y sin remedio alguno.

¿Será que también tendremos que poner ahora los Guardia – Paradas, en la ciudad para evitar estas andanadas del hampa y contener el atropello y tropelías de los bandoleros citadinos con las que nos tiene acostumbrados la incapacidad habitual la irresponsable gente del gobierno ?

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