OpiniónOpinión Nacional

Nuestra particular forma de ser

«Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos». Mateo, 7:12

Le debemos a Gabriela Moreno, periodista de LUZ PERIODICO, un esclarecedor y escalofriante trabajo sobre «Los 7 pecados capitales del venezolano». El venezolano promedio ha convertido la convivencia social en un espanto. La crisis con su telaraña de sufrimientos termina por ahondar en los rasgos que definen unas rutinas ciudadanas basadas en el descaro y la abyección. El ciudadano venezolano es un ciudadano invisible, que ha hecho de la indisciplina su carta de identidad.

Es increíble que el venezolano cuando sale del país se comporte como un corderito bajo la mansedumbre más pasmosa, demostrando que sí es capaz de respetar leyes, normas y reglamentos, en cambio, en nuestro medio: hace lo que le da su real gana.

Pasemos a reseñar cuáles son esos «pecados capitales» del venezolano embochinchado y retrechero, él mismo que se las sabe todas y se cree destinado por el cuento chino de la «Gran Patria bolivariana» a actuar bajo la impronta del primitivismo más atroz, de una incivilidad pasmosa impropia de sociedades en pleno siglo XXI.

Impuntualidad: rasgo de la descortesía más absoluta para con el prójimo, pocos se toman en serio eso de que hay que estar a la hora establecida; nos importa un pepino si algunos «tontos» son los que llegan temprano, la actividad siempre empieza una hora después de lo pautado; nuestros políticos tienen especial debilidad por ésta falta.

Cortoplacismo: el impulso de largo recorrido está ausente en la genética del venezolano, vivimos al día y bajo la férula de la improvisación, es muy raro el cumplimiento de una meta y nuestras 25 constituciones nos delatan y desnuda.

Amiguismo: el «compadre» y el «gestor» como agentes sustituto del Estado de Derecho pasando por encima del interés general y haciendo del egoísmo personal una práctica. El amigo es para echarse los palos y obtener siempre un «provecho personal» o ganancia.

Habladera: como nos gusta hablar y hablar con la autoridad de un sabio desde una incultura abismal. El venezolano es un igualado pendenciero desconocedor de las jerarquías y regulaciones, haciendo de la irresponsabilidad una norma de comportamiento social.

Flojera: el venezolano es un ser sin compromiso social, o en todo caso, éste es aéreo, y no se trata de señalar que el venezolano no es trabajador, sino que dilapida los esfuerzos y vive perdiendo el tiempo y las oportunidades, su extravío en la vida es injustificable.

Piratería: como nos gusta trasladar las responsabilidades, «lavarnos las manos» como Poncio Pilato y escurrir el bulto, la culpa de nuestros males, fallas, errores y omisiones siempre es de otro. El fracaso económico del país es culpa de Obama, nunca de los personeros del régimen.

Viveza: el peor de todos los pecados y que mejor define la anti-venezolanidad, porque como dice Moreno: «En Venezuela no es un defecto sino un don, una herramienta de supervivencia, un logro, una meta». El vivo está por encima de las leyes y se comporta como un infractor feliz porque se sabe que vive en el reino de la impunidad, sólo que ese vivo esparce un daño irreparable entre los demás.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba