Opinión Nacional

Hagamos algunas especulaciones

Estimado lector, es evidente que he guardado un largo silencio en torno a toda la situación que atraviesa el país. Silencio que obedece a una razón: desde hace algunos meses esta nación se ha convertido en el reino dilecto de la especulación, desde todo punto de vista, económico, social, político, en fin de cualquier tipo.

Hemos pasado de ser un pueblo con características muy especiales, pero con objetivos y hechos sustanciales y concretos la mayoría de las veces, a ser un conglomerado desarticulado de facciones y grupos que se aglutinan de manera muy circunstancial alrededor de una o varias utopías.

Es utópico pensar que en este país se esté llevando a cabo en este momento un proceso revolucionario, que el mismo esté cambiando la base y realidad social del pueblo y que finalmente este proceso conlleve, a la larga, a un ideal de realización que permita a la población de esta nación soñar en un futuro diferente o mejor.

Es utópico también pensar, que del otro lado se esté llevando realmente a cabo un proceso de unificación nacional destinado a defender los valores democráticos que durante casi medio siglo caracterizó a este país. Es utópico creer un discurso de dirigentes de nuevo y viejo cuño que pregonan la libertad y un cambio social en un régimen de libertades individuales, cuando muchos de ellos en la oportunidad que tuvieron para demostrarlo, hicieron mutis por el foro.

La prueba de esto se observa en la presencia de una serie de personajes que en un momento dado se han hallado de uno u otro lado de la cerca o bien han estado saltando de un sitio a otro, de acuerdo a como mejor les viniera en ese momento durante estos 4 últimos años, dar nombres sería un absurdo, todos los conocemos y los hemos observado y escuchado insistentemente en los periódicos, pantallas y radio receptores.

Chávez, nos ha dado un legado negativo, que a pesar de todos los cambios que se van a dar, perdurará por mucho tiempo dentro de la conciencia nacional. El Presidente nos enseñó a especular y, lo que es mas grave aún, a especular con nuestro pensamiento y a tratar de dirigir esas especulaciones hacia el pensamiento de nuestros congéneres.

Es cierto cuando el Vicepresidente de la Republica habla de paros virtuales, dado que vivimos en una republica revolucionaria virtual donde todo es posible y donde cualquier escenario que se presente o plantee es posible, esas son las cosas que permiten que la virtualidad exista.

En un mundo virtual como los creados en los juegos de video y computadores, todo es posible, todo cabe, cualquier cosa que uno imagine para tratar de ganar el juego es plausible y aplicable; en caso de fallar, no guardas el juego y reinicias la partida, inclusive escogiendo que momento es el mejor para reiniciarla o bien partiendo de cero.

Los fenómenos de realidad y virtualidad siempre han llevado una curva paralela e interdependiente; es decir, no se tocan nunca; eso no significa que elementos de una u otra curva, puedan en un momento dado escindirse de la misma y caer en la dimensión de la otra, pudiendo crear desordenes, sesgos o modificaciones en la curso de ambas curvas, en una por la pérdida de uno de sus elementos y en la otra por la irrupción de un elemento nuevo, incluso la fuerza de esos cambios puede hacer que en un momento dado se reviertan los papeles de realidad y virtualidad que jugaba cada una de las curvas; esto último generalmente se logra a través de un proceso largo, profundo y concreto de cambios, que viene determinado por cuan profunda haya sido la inclusión del nuevo elemento sobre la linealidad de una curva.

Existen ejemplos a través de la historia del hombre; para ilustrarte, hasta la edad media la visión teológica del universo, creada por mil años de crecimiento del cristianismo, era la realidad y la virtualidad se halla representada por la visión cosmológica del universo de la Grecia clásica; Galileo, los Chinos, El Islam y toda una serie de hechos y descubrimientos realizados durante un par de siglos que culminan con Colón y Magallanes, convierten al universo teológico en virtual y al cosmológico en real.

He aquí mi especulación: La democracia representativa Venezolana de Rómulo Betancourt y sus allegados fue la realidad del ideal de vida de casi medio siglo de este país y la democracia participativa (que no es de Chávez la idea), era la virtualidad.

Chávez es la escisión de la curva virtual dentro de la realidad, pero no es el cambio, es sólo el accidente que va a llevar al cambio. Nosotros no llamamos al Universo, “el Universo de Galileo”, nosotros no somos “el hombre de Darwin”. El Universo es producto de la gran explosión y el hombre, es el homo sapiens sapiens, producto de la evolución de la especie.

Este momento que vivimos es de transición entre virtualidad y realidad. Chávez ha propiciado el evento, ha vivido su momento estelar, pero no es la transición en sí, eso es algo que el debe entender y aceptar, su incidencia sobre la curva de la realidad es evidente y profunda. La democracia representativa se está convirtiendo en un elemento virtual desde el cual nace una nueva realidad, que es la democracia participativa, esta realidad por el hecho de ser participativa no pertenece a un hombre, partido, tendencia ideológica o clase social; pertenece a los millones de personas que cada día en estas últimas semanas se han lanzado a las calles a expresar su opinión, (no importa cual), a decir al resto del mundo que son entes tan valiosos e importantes como cada uno de los demás entes vivientes y pensantes que se hallan a cada lado de ellos, este proceso debe desembocar y terminar en el fin para el cual se planteó.

Una revolución es una forma de reformular un status quo existente, tratando de amoldarlo a la realidad que una persona o grupo de personas, considera que es la vía a seguir en un momento dado de su historia, pero sin romper la realidad que se vive.

Una transformación es crear una nueva realidad, partiendo de un elemento virtual preexistente o no, implica el cambio total de conciencia con respecto a la realidad que se ha estado viviendo y no es dependiente de una persona o grupo de personas sino de la sociedad en general.

Las revoluciones sociales no son evolutivas y tienden a involucionar (comunismo); las transformaciones sociales son la evolución de la sociedad y su tendencia es a la expansión en el espacio y tiempo.

Esta es mi especulación del momento actual.

(*): Médico Internista-Intensivista.

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