La crisis de Venezuela incendia la campaña presidencial colombiana
La crisis de Venezuela ha incendiado la campaña para las elecciones presidenciales colombianas con ataques de diferente calibre en la plaza pública y las redes sociales que muestran el alto grado de polarización reinante cuando faltan tres meses y medio para los comicios.
Con la misma intensidad con que se agrava la crisis venezolana sube el tono verbal en la campaña colombiana, donde el temor a un eventual gobierno de izquierda, cercano ideológicamente al fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, planea como un fantasma sobre parte del electorado.
La polémica alzó vuelo esta semana luego de que las últimas encuestas mostraran en primer lugar en las intenciones de voto para las elecciones del 27 de mayo al exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, del movimiento de izquierda Colombia Humana, y cercano a las ideas del régimen bolivariano.
La campaña ha desempolvado declaraciones de Petro en defensa de la revolución bolivariana de Chávez y Maduro, lo que ha sido capitalizado por sus rivales para advertir de que Colombia corre el riesgo de empezar a pavimentar la autopista que la llevará a convertirse en una segunda Venezuela si se confirma el favoritismo que le dan los sondeos de opinión.
«Que no le niegue @petrogustavo al país su larga amistad con @chavezcandanga. Suficiente evidencia hay de su simpatía y su afinidad ideológica, para que ahora actúe como Judas negando a su mentor», escribió esta semana en Twitter el exvicepresidente y candidato presidencial Germán Vargas Lleras, una de las cartas de la derecha para las presidenciales.
Que no le niegue @petrogustavo al país su larga amistad con @chavezcandanga. Suficiente evidencia hay de su simpatía y su afinidad ideológica, para que ahora actúe como Judas negando a su mentor. pic.twitter.com/mztsE6JkHs
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) February 9, 2018
Vargas Lleras y Petro tienen una vieja animadversión que sacaron a flote en esta campaña, en la que el primero tacha al segundo de «chavista» y «populista», y el exalcalde acusa de corrupción a su rival.
El pasado viernes, Vargas Lleras echó gasolina a la hoguera al pedir en Twitter al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, «que no reconozca el resultado de las elecciones del 22 de abril en Venezuela» y que «deje que lo hagan» Petro y otros candidatos a los que señala de izquierda, como el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo y el exnegociador de paz Humberto de la Calle, «que comulgan con esa pantomima y con ese régimen».
La crisis de Venezuela, que toca de cerca a los colombianos con la llegada diaria de miles de inmigrantes de ese país, y la participación en las elecciones del partido creado por la antigua guerrilla FARC, han aumentado el sentimiento antiizquierda de un sector de la sociedad, que teme que el péndulo de la política se incline hacia ese lado.
«Nada más alejado de la realidad que tu trino (tuit) vinculándome con ese dictador», respondió a Vargas Lleras un indignado De la Calle, que además pidió al exvicepresidente: «midamos los excesos».
De la Calle, liberal de toda la vida, ha tenido que cargar en esta campaña con el sambenito de ficha de la FARC por haber sido jefe del equipo negociador del Gobierno con esa guerrilla, y de simpatizante del chavismo, por lo que ha tenido que marcar distancias.
«Maduro es un dictador que viola los derechos humanos y que sumió a Venezuela en la miseria. Quiero recordarles que no llegaremos a la misma situación del país vecino», dijo hace unos días a estudiantes de la Universidad Externado de Colombia.
En la misma situación está Fajardo, otro favorito, que sin embargo no acaba de cuajar por su ambigüedad que hace que la derecha lo tache de izquierdista y que la izquierda lo vea con desconfianza porque lo siente de la derecha.
El espejo del país vecino también ha sido puesto en la campaña por el expresidente Álvaro Uribe, candidato al Senado por su partido, el Centro Democrático, en las elecciones legislativas que se celebrarán en un mes, el próximo 11 de marzo.
«Un país solidario, no al odio de clases, no a una segunda Venezuela», afirma Uribe en un mensaje a sus electores.
En la polémica terció este fin de semana el escritor Héctor Abad Faciolince, quien recordó la simpatía de Petro por el chavismo y el riesgo que supondría para Colombia su llegada a la Presidencia.
«Hace 15 años, cuando criticaba a Chávez por populista, me decían baboso y sostenían que mi padre se revolcaba en la tumba. Es lo mismo que me dicen hoy por decir que Petro es un populista del mismo cuño. Chávez fue la ruina de Venezuela y Petro sería la ruina de Colombia», escribió en Twitter.