Presentan alternativas modernas para diagnosticar trastornos de salud
El mundo actual está agitado. La gente en la mayoría de los países tiene que enfrentarse a una cotidianidad intensa tanto en el ámbito laboral como en el social. Guerras, actos terroristas, invasiones, fenómenos naturales y, en el caso venezolano, se suma la crisis eléctrica, de agua, escasez de alimentos y de medicinas, ausencia de servicios públicos, transporte en general, entre otro.
Un estudio presentado por la Clínica Mayo, en Estados Unidos, sostiene que ninguna prueba individual puede confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica, dado que puede ser similar a otros problemas de salud, que el médico debe descartar antes de diagnosticarlo. “Podrían ser trastornos del sueño, dado que traen consigo, probablemente, apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas o insomnio, que alteran el descanso del paciente”, especifica la investigación
Por otra parte, la fatiga es frecuente en varias enfermedades como anemia, diabetes y tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). El deterioro del corazón y los pulmones, también pueden hacer sentir fatigadas a las personas, así como problemas de salud mental. Entre ellos, la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
De acuerdo con las investigaciones de la Clínica Mayo, “si bien no existe una cura para la fatiga crónica, el tratamiento se enfoca en el alivio de los síntomas”. Los especialistas en las distintas áreas tienen que valerse de métodos tradicionales para diagnosticar efectivamente a sus pacientes. Pero hoy por hoy, la tecnología de punta ha puesto al servicio de los profesionales la Espectroscopia por Resonancia Magnética (ERM), técnica no invasiva de un estudio neuroquímico del cerebro en vivo.
Estudio especializado 
El licenciado en biología de la Universidad Simón Bolívar, Arturo Alvarado, quien afirma que la espectroscopia se está usando en Venezuela desde el año 1996 y es una aplicación de la resonancia magnética para estudiar el metabolismo cerebral, realiza este estudio en el Centro Diagnóstico Docente, en Las Mercedes, Caracas, dirigido por el doctor Wilson Mourad.
“Mediante esta tecnología se puede estudiar al paciente desde los 45 o 50 años cuando comienza a olvidar dónde dejó las llaves del vehículo, la nevera abierta, la cocina encendida o la puerta principal de la casa sin cerrar. Por supuesto, esto se lo atribuye al estrés y a la compleja situación económica y familiar que estamos viviendo”, afirma Alvarado.
El especialista en espectroscopia apunta que podría ocurrir que la persona tiene una línea hereditaria en su familia que, probablemente, no ha estudiado y es propenso a tener algunos de los síntomas mencionados que lo van deteriorando paulatinamente. “Si lo atiende, podría evitar el daño y ver a tiempo la condición que presenta para mejorar su calidad de vida posteriormente”, advierte el especialista.
Para hacer este estudio, el profesional trabaja en equipo con el médico tratante del paciente. Pueden ser internistas, geriatras, neurólogos de adultos, o psiquiatras, según la patología que se presente. Una vez diagnosticado el paciente con esta aplicación, el especialista en espectroscopia hace un informe en el que se especifican recomendaciones para que los médicos tratantes puedan escoger, basados en la evidencia del estudio, el mejor tratamiento para su paciente.
Para Alvarado, “los resultados de la espectroscopia no conducen a omitir el tratamiento farmacológico clásico. Lo que ocurre es que de los resultados obtenidos se deriva la posibilidad de modificar el ambiente bioquímico de las neuronas que permiten, al optimizar su sistema externo, que la respuesta farmacológica sea llevada a su perfección máxima posible”.
