Chilenos reclaman por reformas económicas y excesos policiales
Un nuevo paro congregó este martes en una manifestación multitudinaria a diversos colectivos que reclaman reformas estructurales y que todavía guardan una esperanza de cambio en la sexta semana de protestas tras el inicio del estallido social en Chile, el pasado 18 de octubre.
Docentes, trabajadores del gremio sanitario y funcionarios fueron los protagonistas de una huelga que convocó la organización Unidad Social, que reúne a más de un centenar de gremios, sindicatos y asociaciones, y que reclaman más participación en la elaboración de una nueva agenda social.
«No más medidas parche» fue el canto de los diversos colectivos que participaron en la huelga, quienes tildaron de insuficientes las reformas anunciados hasta el momento por el Ejecutivo.
La subida del salario mínimo a 500.000 pesos chilenos (cerca de 625 dólares), un sistema de pensiones dignas o mejoras en la educación pública son las peticiones sociales que movilizaron a los diferentes colectivos a continuar manifestándose tras más de un mes de reclamos.
Carabineros en el foco
Mientras, el Gobierno chileno dio este martes una semana a la Policía para que aclare las presuntas violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido social, horas después de que Human Rights Watch acusase al cuerpo de un uso excesivo de la fuerza y de abusos contra detenidos.
La subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, indicó que se encargó a la dirección de Carabineros (policía chilena) «revisar profundamente aquellas actuaciones que se alejen de lo establecido en los protocolos y que han significado cuestionamientos y denuncias» y elaborar un informe en el plazo de una semana.
En este sentido, el cuerpo policial de Carabineros reconoció la «necesidad de hacer profundas reformas» en sus procedimientos, tras el informe de Human Rights Watch. «Los eventos del último mes han demostrado la necesidad de hacer profundas reformas a la acción policial, encaminadas hacia una mejor promoción y protección de los Derechos Humanos», expresó Carabineros en un comunicado.
Víctima de la represión
El joven Gustavo Gatica, que recibió disparos de perdigones en el rostro durante una manifestación en Chile, quedó finalmente ciego, pese a que había esperanzas de que pudiera conservar algo de visión en uno de los ojos, informó este martes el hospital donde lleva ingresado 17 días.
«La gravedad de sus lesiones determina que su condición sea visión cero bilateral permanente», indicó en un escueto comunicado la Clínica Santa María, ubicada en el centro de la capital chilena y de la que el joven tiene previsto salir este martes.
Es el primer manifestante que pierde completamente la vista por disparos de perdigones y se ha convertido en el caso más paradigmático de los actos de brutal represión que se han observado en algunas acciones de las fuerzas de seguridad para dispersar las manifestaciones que se suceden en Chile desde el 18 de octubre.