Canasta alimentaria aumentó a $305,09 pese a que la inflación bajo en agosto
En comparación con el mes de julio, la inflación de agosto se situó en 10,6%, lo que significa un descenso de nueve puntos y un alza del Índice Nacional de Precios que mide el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) en lo que va de año y que se ubica en 470,3% y en términos interanuales refleja un ascenso de 1.743% en los precios.
De acuerdo al economista José Guerra, “el paciente sigue teniendo fiebre, aunque algunas veces llegue a 40 grados y otras no. Sigue la hiperinflación, sigue la destrucción del bolívar y del poder adquisitivo de los salarios reales en Venezuela”.
El exdiputado manifestó que la inflación se ha desacelerado, en principio a que se ha radicalizado la restricción de la liquidez monetaria por parte del Banco Central de Venezuela, que va sumada a la restricción del crédito a través de un elevado encaje legal.
Guerra precisó además que esta política de frenar el financiamiento bancario ya no tiene sentido, dado que ya no es verdad que los préstamos se utilicen para adquirir divisas, dado que la mayoría de la cartera de clientes se encuentra indexada al tipo de cambio oficial, por lo que el financiamiento bancario “ya no es barato”.
Otro de los puntos que resaltó el exparlamentario para explicar este hecho, tiene que ver con una menor depreciación del bolívar a lo largo del mes de agosto, toando en cuenta que el precio del dólar subió en 2,7%.
“Hay un rezago en el ajuste del tipo de cambio, porque los precios subieron más de cuatro veces por encima del dólar. Hay una sobrevaluación del tipo de cambio real, porque la inflación interna es mucho más elevada que los precios de los rubros importados. El bolívar tiene más poder compra externo que interno, porque los precios suben más que lo que se deprecia la moneda”, enfatizó.
Guerra no dudó en asegurar que se trata de una experiencia negativa para el país, dado que se están agotando las reservas internacionales, es por ello que la administración de Nicolás Maduro ha recurrido a la venta del oro.
De la misma manera, el economista manifestó que pese a los aranceles y a los elevados costos logísticos internacionales, los productos importados siguen siendo menos costosos en el mercado interno.
En torno a los bienes y servicios que más aumentaron durante el mes de agosto, el economista detalló que los rubros que más cambios sufrieron fueron el de esparcimiento con +35,1% y el de servicios con +24,3%.
En lo que al sector de alimentos y bebidas no alcohólicas se refiere, experimentó un a alza de 9,4%, educación 7,9%, mientras que al equipamiento del hogar se refiere fue el que menos aumentó en el Índice con una variación de 0,4%.
“Este comportamiento tiene que ver porque los precios de los servicios se han venido dolarizando en la práctica, como ha ocurrido con la electricidad, telefonía, Internet y el Aseo Urbano”, precisó Guerra.
En torno a la canasta alimentaria, el economista informó que de acuerdo a los datos recogidos por el Observatorio Venezolano de Finanzas, se pudo conocer que esta aumentó a $305,09, lo que significa un nuevo récord.
El precio de esta cesta incluye la demanda de alimentos para una familia de cinco miembros, la cual ha ascendido en 38,14% en comparación con agosto del año pasado. “No hay salario en Venezuela que pueda cubrir los precios ni en bolívares ni en dólares”, enfatizó Guerra.
En bolívares, esta canasta llegó al astronómico valor de Bs.1.251.720.401,46, una cifra que supera con creces los $1,71 que perciben los trabajadores como salario mínimo.
Guerra precisó que para poder adquirir esta cesta los trabajadores necesitarían percibir 178 salarios mínimos.
