El Editorial

El problema no es Guaidó

Los partidos de oposición se llenan la boca hablando de unidad y prometiendo nuevamente que sacarán del poder al chavismo y a Nicolás Maduro, mientras gastan tiempo y dinero batiéndose a dentelladas en un evento electoral en el cual, en el mejor de los casos obtendrán puestos de corto alcance, sometidos a las decisiones de quienes regentan el poder en este país.

Muchos dirigentes y sus voceros tratan, además, de apagar la figura de Juan Guaidó, a quien ellos mismos, no hace demasiado tiempo, impulsaron al primer lugar de la fama nacional. Prometieron y esperaron la caída estrepitosa del régimen, pero más pronto que tarde, se cansaron de esperar y nunca dejaron de pensar en sus propios “espacios”. Pero ya habían levantado una gran figura.

Hoy en día el problema no es Guaidó, sino los mismos opositores desperdigando candidatos y rompiendo la unidad. Y algunos dirigentes opositores que, con furia al pasado, quieren destruir a todos creyendo que ellos pueden volver.

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4 comentarios

  1. Juan Guaidó es el líder de la oposición en la actualidad, presidente de la Asamblea Nacional y parcialmente reconocido por gobiernos extranjeros como el presidente encargado de la República tras haberse juramentado el 23 de enero de 2019.

    Lo que hagan los políticos afiliados al gobernante interino, no deben en esta situación quebrantar los principios de la Constitución Nacional. Guaidó tiene la potestad de gobernar, y lo que hagan disminuirá el valor de la Institución.

    Se ha tratado muchas veces de la falta absoluta del Presidente electo por votación universal, y como consecuencia de esta disposición constitucional, aquellos que ejerzan funciones derivadas del carácter interino han de respetar las normas constitucionales.

  2. La ùnica oposiciòn que de verdad fue oposiciòn, fue la Coordinadora Democràtica, con Carlos Ortega, Enrique Mendoza y Antònio Sànchez Garcìa, que cayò en la trampa del fraude del RR del 2004.
    Dos años màs tarde en la mismìsima Italia donde la Olivetti fabricaba las maquinitas Smartmatic de votaciòn electrònica, esas màquinas fueron prohibidas porque «demasiado fàcil hacer fraude (Con la votaciòn tradicional e màs difìcil hacer trampa» palabras del ministro de interior Giuliano Amato).
    Se postergò dos veces, con absurdos pretextos, la recolecciòn de la firmas de parte de la oposiciòn, para asì dar tiempo a la UCI de La Habana de crear el software da instalar en las maquinitas para garantizare el fraude electoral.
    Asì fue, y el RR tuvo lugar en el año 2004: Chàvez fue revocado, pero el CNE declarò el contrario, y la Coordinadora Democràtica cayò en la trampa.
    Eso pasò en todas las otra elecciones.
    En el año 2007 Capriles afirmò que para evitar un fraude necesitaba una avalancha de votos PARA UN SÒLO SÌMBOLo, asì fue en e 2015.

  3. Totalmente de acuerdo. A pesar de todo el ventajismo, del retraso, del saboteo; el Referéndum Revocatorio convocado en el 2.003 y realizado en el 2.004 lo perdió Chávez. Fue derrotado por un pueblo que ya sabía hacia donde nos llevaría: A la miseria que hoy sufrimos.

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