Afirman que Colombia vive una guerra civil
Colombia vive una guerra civil y abandonó la soberanía en la frontera con Ecuador debido a la presencia de grupos al margen de la ley, afirmó ayer el canciller ecuatoriano, Antonio Parra, quien agregó que en la línea limítrofe existe un problema conflictivo.
»El problema es conflictivo porque hay una guerra civil en Colombia», manifestó Parra en declaraciones a Radio Quito y agregó que «hay una insurgencia, Colombia ha abandonado sus deberes de soberanía en toda la frontera sur (con Ecuador), por ejemplo en la parte amazónica del Putumayo».
Dijo que «en cierta forma, en un momento dado, algún presidente colombiano les dejó eso a las guerrillas y, consecuentemente, al narcotráfico, y ese es el problema en que se encuentra hoy en día Colombia».
El pasado sábado, la guerrilla de las FARC atacó una base militar colombiana en la frontera selvática con Ecuador, que dejó 22 soldados muertos.
El hecho generó que Ecuador volviera a exigir a Colombia que refuerce el control militar en la frontera común y amenace con imponer visado a los colombianos ante la oleada migratoria.
»Nosotros estamos empeñados en que haya seguridad en la frontera y tiene que ser de ambos lados. Es una obligación nuestra y de Colombia el proteger la frontera en ambos lados», enfatizó el canciller.
Precisó que Ecuador mantiene 14,000 uniformados controlando los límites con esa nación y que «de Colombia no hay».
»Colombia debe, y así lo vamos a pedir, tener su presencia soberana en la frontera, con la protección de la fuerza pública y posiblemente con más elementos (uniformados) porque tiene un problema de insurgencia, de rebelión, de guerra civil», dijo Parra.
De otro lado, en Washington el ministro colombiano de Defensa, Jorge Alberto Uribe, reconoció públicamente la necesidad de »aceptar un cierto grado de impunidad» en las negociaciones de paz con grupos armados como las que se llevan a cabo actualmente con los paramilitares.
»Tenemos que aceptar, y esto es muy duro, un cierto grado de impunidad», declaró el ministro en inglés en una conferencia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), al ser consultado sobre las negociaciones con los paramilitares.
»Vamos a tener que aceptar que alguien reciba cinco años de cárcel y no la pena de muerte que vuestro corazón dice que merece», admitió, una semana después de que el Congreso colombiano aprobara una polémica ley que otorga beneficios a los paras.
