Africa emprende proyecto comunitario al estilo de la UE
Africa puso la primera piedra de la construcción de un proyecto comunitario llamado Unión Africana (UA), que sigue el modelo europeo y con el que pretende afrontar los desafíos de la globalización en el Tercer Milenio.
Una treintena de jefes de Estado aprobaron en Lomé la creación del nuevo organismo regional, que tiene vocación de convertirse en una réplica de la Unión Europea, pero al que espera un accidentado camino por recorrer antes de conseguir la instauración de un espacio único en el continente más inestable y pobre.
La adopción del acta constitutiva se produjo en la 36 cumbre ordinaria de la Organización para la Unidad Africana (OUA), a la que el recién creado ente regional está llamado a reemplazar, aunque en el texto no se precisan los plazos ni las fases de transición para la puesta en marcha de la nueva iniciativa panafricana.
En el documento sólo se establece que la UA entrará en funcionamiento «30 días después de que su creación sea ratificada» por los parlamentos de al menos dos tercios de los 53 estados de la OUA, lo que no garantiza la aplicación efectiva de la declaración, que en todo caso podría exigir un largo periodo de tiempo.
Según manifestaron representantes diplomáticos que participaron en la elaboración del proyecto, la OUA continuará entretanto vigente y en su seno se discutirá la creación de los nuevos mecanismos comunitarios -como un parlamento continental y un banco central africano- a los que se hace alusión en el acta fundacional, pero de forma vaga.
El documento responde a una solución de compromiso entre el grupo de países que, encabezado por Libia, pretendía la inmediata instauración de la UA y el simultáneo desmantelamiento de la OUA, y las naciones del Africa Austral que, lideradas por la potencia continental, Sudáfrica, eran partidarias de ir «paso a paso» e imprimir un ritmo más lento al proceso.
Aunque la tesis de este último bloque parece haber prevalecido, la cumbre acordó celebrar en marzo una conferencia presidencial de carácter extraordinario en Sirta, en el norte de Libia, en lo que supone una concesión al líder de ese país, Muamar Gadafi, quien se atribuye la paternidad de la nueva comunidad.
