Argentina: se radicaliza conflicto
Las organizaciones del sector anunciaron que continuarán su protesta por tiempo indeterminado, con la suspensión de la comercialización de productos y bloqueos de carreteras en todo el país.
«Continuaremos con la huelga hasta que sea necesario», dijo en rueda de prensa Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que agrupa a pequeños productores.
El paro es contra la decisión del gobierno de aumentar los impuestos a las exportaciones de soja y girasol hasta el 45%.
Esta medida afecta sobre todo a los medianos y pequeños agricultores del interior del país, quienes sostienen que su rentabilidad se ve muy reducida.
La intensificación de la protesta se produjo luego de que la presidenta argentina, Cristina Fernández, endureciera su postura frente a los productores. «No me voy a someter a ninguna extorsión», advirtió.
Y dijo que el campo, «el sector de mayor rentabilidad desde el 2001», está realizando «piquetes de la abundancia».
Movilizaciones y cacerolazos
Luego de que la mandataria pronunciara estas palabras, no sólo se confirmó el paro agrario por tiempo indeterminado, sino que además hubo movilizaciones en todo el país.
Mientras numerosos agricultores protestaban en el interior, miles de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo y el Obelisco, en el centro de Buenos Aires, contra la actitud del gobierno frente al campo.
«Olelé, olalá si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está», cantaban con bombos, mientras ondeaban banderas.
En algunos barrios de Buenos Aires se organizaron cacerolazos y bocinazos de consumidores cansados de la escasez de productos por lo que consideran la «inflexibilidad» de la presidenta Fernández.
De hecho, BBC Mundo pudo comprobar que en muchos mercados hay escasez de carne, leche y sus derivados. «Nos entregan mucho menos», nos explicó escuetamente un vendedor.
En algunos comercios se veían incluso letreros con explicaciones: «Informamos que los faltantes en algunos productos vinculados a la producción del campo se deben al problema de público conocimiento respecto del abastecimiento de los mismos».
Expansión y recaudación
Los analistas afirman que el conflicto radica en que el campo ha sido el motor del crecimiento económico de Argentina tras la profunda crisis de 2001 y el gobierno ve en él una importante fuente de recaudación de impuestos, mientras que los agricultores rechazan la «confiscación» de sus ganancias.
Ciertamente, este país es actualmente el tercer productor mundial de soja y uno de los mayores exportadores de carne del planeta.
Según los observadores, por ahora resulta difícil vislumbrar una solución al problema y los únicos perdedores parecen ser los consumidores, que enfrentan la amenaza de una crisis de desabastecimiento.