Atentado en Bélgica intensifica las alarmas a nivel internacional
Refuerzan la seguridad en las fronteras
Las autoridades de varios países europeos reforzaron la seguridad en sus aeropuertos y fronteras con al menos Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda y Dinamarca anunciando un incremento de los controles.
Además, Eurostar, que enlaza París y Londres con Bruselas por tren, suspendió los viajes a la capital belga.
La Comisión Europea pidió a su personal que no vaya a trabajar o permanezca en las oficinas.
Por su parte, las ciudades de Nueva York y Washington reforzaron su seguridad y desplegaron equipos antiterroristas en áreas de tránsito de mucha gente y estaciones de tren este martes, informó la Policía.
«La policía de Nueva York sigue de cerca la situación en Bélgica y está en estrecho contacto con nuestros socios internacionales y el FBI. Hasta que sepamos más, la policía desplegó recursos antiterroristas adicionales», dijo el portavoz adjunto de la policía de Nueva York, Stephen Davis, en un comunicado.
«Esos equipos fueron desplegados en zonas con mucha gente y zonas de transporte en la ciudad, por exceso de precaución, para asegurar una presencia policial y tranquilizar al público», añadió.
Precisó sin embargo que «no se conoce ninguna indicación de que los atentados de Bruselas tengan relación con Nueva York», aunque se seguirá de cerca «la situación en Bélgica con la fuerza antiterrorista y el FBI, y ajustaremos los despliegues policiales en función» de ello, añadió.
En la capital estadounidense también aumentaron por precaución las patrullas policiales en las estaciones de metro.
Violencia ciega
El papa Francisco condenó «la violencia ciega» de los atentados este martes en el aeropuerto y el metro de Bruselas y «ora por las víctimas», que según un saldo provisional, dejaron más de 30 muertos y 200 heridos.
«El Santo Padre condena de nuevo la violencia ciega que engendra tantos sufrimientos e implora a Dios por el don de la paz», escribió en un telegrama en el que «confía a la misericordia de Dios» a los que han perdido su vida y «se une con oraciones» al dolor de los familiares.
En el telegrama, redactado en francés y enviado a nombre del Papa por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, al arzobispo de Bruselas, Jozef De Kesel, el pontífice manifiesta su «cercanía» a los heridos, a sus familiares y a los socorristas.
«Que el Señor les de alivio y consolación en esa prueba», pidió.