China deslumbra al mundo en la apertura de los Juegos
China llevó a cabo una extraordinaria ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing en el estadio Nido del Pájaro, que duró cuatro horas para sorprender al planeta con un espectacular despliegue artístico y sorprendentes fuegos artificiales que iluminaron toda la capital del gigante asiático.
El ex gimnasta chino Li Ning, triple medallista de oro, fue el encargado de encender el pebetero olímpico en uno de los momentos más emocionantes de la noche. Li, de 44 años y apodado el «príncipe de la gimnasia,» fue el atleta que ganó más medallas en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, regresando a China, que participaba por primera vez en los Juegos de verano en 32 años, con tres oros, dos preseas de plata y una de bronce.
El presidente chino Hu Jintao declaró oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos, tras ser invitado a hacerlo por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, quién anteriormente invitó a los atletas a «comportarse como modelos para la juventud del mundo».
La historia presentada en la ceremonia buscó presentar 54.000 años de historia china, incluyendo desde la Gran Muralla hasta las marionetas de pera y astronautas. Destacando los logros en el arte, la música y la ciencia. Además con unn espectacular show de luces, China se mostró deseosa de que el mundo se fije en su faceta moderna y en la acción deportiva, tras los últimos meses de críticas contra el Gobierno.
El espectáculo inaugural, el más caro de la historia olímpica, fue la culminación de siete años de un arduo trabajo de remodelación de Beijing, y la confirmación del sostenido auge económico que ha convertido a China en una nueva superpotencia.
El desfile de los deportistas participantes puso a prueba su capacidad física, ya que la marcha duró dos horas y media, a lo que hay que agregar el tiempo que permanecieron esperando su entrada al estadio. El excesivo calor y la duración de la apertura hubieran podido perjudicar notablemente a los deportistas que compiten mañana.
España, Argentina y Venezuela figuraron entre las delegaciones mejor acogidas durante la ceremonia, en la que China se llevó los mayores aplausos. El público dejó claro cuáles son los países amigos, con ovaciones destacadas sobre el resto, pero reservó energías para regalar al equipo de su país una bienvenida de escándalo.
La inauguración de estos Juegos Olímpicos fue seguida por casi 100.000 personas en el estadio, tuvo una audiencia potencial de 4.000 millones de personas en todo el mundo.
Entre los invitados a la celebración en el Estadio Nacional de Beijing, conocido como el “Nido de Pájaro” figura el presidente estadounidense, George W. Bush. El mandatario llegó a la capital china poco después de expresar duras opiniones sobre la cuestión de los derechos humanos en China, país que muchos consideran un serio rival para la hegemonía global de Estados Unidos en este siglo.
En una exhibición de su nuevo poderío económico, China invirtió 43.000 millones de dólares en estos Juegos, considerados el evento más fabuloso sobre la Tierra. Unos 100 millones de dólares, el doble que en Atenas 2004, se han destinado para las ceremonias de apertura y cierre.
