Elecciones en la OEA: ¿Qué candidatos se disputan la Secretaría General?
A casi un mes de la celebración de elecciones en la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), demos un repaso a los candidatos protagonistas de la pugna por la dirección del organismo multilateral más importante del continente, y, valga decir, el más duro y crítico al gobierno de Nicolás Maduro en los últimos cinco años.
1) Luis Almagro: por la reelección
El excanciller uruguayo y actual secretario general de la OEA, Luis Almagro, llegó a la organización en marzo de 2015 aupado por el expresidente José Mujica (2010-2015) y con el aplastante apoyo de 33 de los 34 países que la conforman.
Cuando se presentó a la elección, muchos consideraron que sería el «candidato del ALBA» (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), la organización que impulsaron los fallecidos presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez.
En los pasillos de la OEA se temía que Almagro fuera a «dinamitar» el organismo desde dentro con políticas favorables a Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero nada más lejos de la realidad, y es que unos meses después de asumir el poder, se evidenció más rápido que inmediatamente la tensión de la relación con Venezuela, debido, en parte a que el presidente Nicolás Maduro rechazó la observación electoral de la OEA para las elecciones de 2015, en las que la oposición retomó el Poder Legislativo.
De acuerdo con un reporte de la agencia EFE, una fuente diplomática aseguró que la relación de Almagro con Maduro no cambió exactamente «por motivos ideológicos», sino porque «es un hombre principios», pues el excanciller de Mujica desde ese momento sentía que el Ejecutivo venezolano estaba violando los principios básicos del sistema de derecho interamericano, base fundacional de la OEA.
Cinco años después tiene en su haber ser el secretario general que, por primera vez en la historia, ha ido más allá de las posiciones de los Estados de la OEA, con lo que se ha ganado odios y afectos casi por igual: unos le consideran «el adalid de la democracia» y otros le critican por actuar al «servicio del imperio» de Estados Unidos.
DATO: Hace cinco años, cuando llegó a la OEA, Almagro prometió que no optaría por la reelección; pero ahora ha decidido postularse porque cree que la «dictadura» de Maduro se ha fortalecido y es necesario plantarle cara.
2) Hugo de Zela: la capacidad de negociar
Hugo De Zela es el embajador actual de Perú en Estados Unidos y ha intentado retratarse como el único candidato capaz de actuar de «interlocutor creíble» en las peores crisis del continente, incluida Venezuela, pero también otras tragedias de las que la OEA se ha ausentado en los últimos años.
Se ha posicionado en contra del uso de la fuerza en Venezuela y considera que la única salida para la crisis en la nación es un «diálogo efectivo» entre los simpatizantes de Maduro y los del presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, reconocido como Presidente encargado por más de medio centenar de países, incluido Perú.
Una fuente diplomática aseguró a la agencia EFE que quienes lo conocen bien aseguran que Hugo De Zela es un hombre capaz de encontrar puntos de acuerdo entre partes aparentemente irreconcilables.
Con 42 años de experiencia, De Zela ha desempeñado el papel de «actor secundario» en las grandes crisis del continente. Desde la más reciente, se nombran:
- 2017: como vicecanciller de Perú, articuló el Grupo de Lima para promover entre los países de las Américas una salida diplomática a la crisis venezolana.
- Entre 1994 y 1998: Hugo De Zela fue uno de los encargados de negociar el fin al conflicto limítrofe entre Perú y Ecuador, que generó tres guerras en 180 años.
- 1989: recorrió Centroamérica para verificar el cumplimiento de los acuerdos de paz que pusieron fin a las sangrientas guerras de esa región.
Además, De Zela ya conoce los mecanismos y «mañas» de la OEA, ya que ejerció como jefe de gabinete de la Secretaría General en dos ocasiones: de 1989 a 1994 y de 2011 a 2015.
Sin embargo, y a pesar de sus credenciales, la Casa Blanca ha pedido a De Zela que retire su candidatura porque considera que crea «divisiones innecesarias».
3) María Fernanda Espinosa: el «puente»
La exministra de Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, quiere ser el «puente» para unir a una OEA polarizada por la crisis en Venezuela.
En diciembre presentó su candidatura catapultada por Antigua y Barbuda y, ahora espera conquistar los 14 votos del Caricom, aunque fuentes diplomáticas declararon a la agencia EFE que no votarán en bloque debido al poder que ejerce Estados Unidos sobre ellos.
Espinosa aspira a ser la primera mujer en liderar la OEA, aunque ya hizo historia como la primera latinoamericana en presidir la Asamblea General de la ONU, luego de haber ejercido un breve periodo como ministra de Exteriores para los Gobiernos en Ecuador de Rafael Correa (2007-2017) y su sucesor, Lenín Moreno.
Dentro de Ecuador, Espinosa es una figura divisoria: círculos conservadores que apoyan a Moreno desconfían de ella por sus vínculos con el Ejecutivo anterior, mientras que el movimiento de Correa busca tumbar su candidatura a la OEA porque la consideran una «traidora».
En enero, el propio Correa declaró que su exministra tiene una «insaciable ambición» y la responsabilizó de la persecución judicial que le impide regresar a su país.
Del mismo modo, los partidarios de Espinosa aseguran que tiene capacidad para convertir la OEA en una institución del siglo XXI con iniciativas para mejorar la vida de los indígenas y las mujeres, así como para atajar la crisis climática.
De ser elegida, Espinosa prometió que actuará como una especie de «CEO» o consejero delegado de la OEA: invitará a los países a definir una agenda y ella se encargará de implementarla.
A la espera
Los tres políticos latinoamericanos que el próximo 20 de marzo se someterán al voto de los países de América, ya presentaron sus propuestas a los países miembros.
En total, para ser elegido, cualquier candidato necesita el apoyo de 18 de los 34 Estados miembros. El resultado impactará en el futuro del continente.
A tomar en cuenta: Estados Unidos respalda a Almagro y, debido a su poder geopolítico, suele tener un peso desproporcionado en la elección del secretario general de la OEA.
