Israel en la mira por asesinato de un importante líder de Hamas en Siria
Un alto dirigente del grupo radical palestino Hamas, Azedin Esheij Jalil, fue asesinado ayer en Damasco, la capital de Siria, al estallar una bomba colocada debajo de su vehículo. Aunque Israel no admitió oficialmente ser el autor del atentado, algunos funcionarios que pidieron el anonimato sí lo hicieron. Más aún, el Ejecutivo que encabeza el primer ministro conservador Ariel Sharon no se preocupó en ocultar su satisfacción y muchos se acordaron de que pocos días atrás las autoridades israelíes habían acusado a Siria de estar acogiendo a «terroristas palestinos».
Yediot Ahronot, uno de los principales diarios israelíes, aseguró en su edición electrónica que el servicio secreto de Israel está detrás del atentado. «Destacadas fuentes de defensa confirmaron que Israel está implicada en la muerte del dirigente de Hamas», informó. Esas mismas personas, agregó el periódico, dijeron que «Israel ha decidido no confirmar la autoría de forma oficial, sino que ha optado por una reacción ambigua».
El principal personero israelí en pronunciarse fue el ministro para la Seguridad Interior de Israel, Gideon Ezra, quien dijo estar contento con la noticia, pero rechazó que su país fuera el autor del atentado. Y en tono jocoso, agregó: «¡En serio, no sé quién ha sido, hay otros organismos en el mundo que luchan contra el terrorismo internacional!». Según Israel, el dirigente muerto ayudó a entrenar al hasta ahora mayor experto palestino en la fabricación de bombas, Yehiya Ayash, quien también fue asesinado, en enero de 1996.
El atentado tuvo lugar en el campo de refugiados palestinos de Al Zahra, donde la víctima residía desde hace tres años, después de haber sido deportado por las autoridades israelíes tras la primera Intifada palestina.
Condena de la ANP
Tras confirmar la muerte del dirigente palestino, el gobierno sirio declaró que «el suceso está bajo investigación» y aseguró que la víctima «no llevaba a cabo ninguna actividad dentro del territorio sirio». La Autoridad Nacional Palestina (ANP), entidad que preside Yasser Arafat, también condenó el atentado. Es «un paso muy peligroso… y un intento de Israel de sabotear cualquier perspectiva de paz», dijo Nabil Abu Rudaina, uno de los asesores de Arafat.
Como era de esperar, distintos portavoces de Hamas en Gaza, Damasco, Beirut y El Cairo aseguraron que la organización vengará la muerte de su dirigente con más atentados en Israel. «Esta operación no va a acabar con nuestra resistencia y si (Israel) ha fracasado en sus esfuerzos por acabar con la resistencia en los territorios ocupados, también va a fracasar fuera de los territorios», afirmó Mohamed Nazer, jefe de la oficina política del grupo en Beirut.
Un comunicado de Hamas, incluso, dejó ver que a partir de ahora su lucha contra Israel podría extenderse fuera de los territorios palestinos. La declaración, que fue publicada en el sitio del grupo en internet, dijo: «El enemigo sionista ha abierto una nueva puerta para la batalla, trasladando la lucha afuera de la tierra de Palestina, a pesar de que nosotros insistimos en mantener nuestras armas contra el enemigo en la tierra que ellos han ocupado…». Y agregó: «con la acción de hoy, el enemigo sionista deberá enfrentar las consecuencias».
El atentado se registra pocas semanas después de que el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, advirtiera a Siria sobre las consecuencias de la creciente participación de «organizaciones terroristas» con sede en Damasco en los ataques contra Israel.
