Actualidad Internacional

Muerte de Kirchner altera el panorama político de la Argentina

La repentina muerte del ex presidente Néstor Kirchner de un infarto en la mañana del miércoles genera un sensible vacío dentro del juego democrático argentino, que él ayudó a estabilizar tras el ciclo de inestabilidad vivido a inicios de la década.

Admirado por sus seguidores y criticado de autoritario por sus opositores, Kirchner, quien deja viuda a la actual presidenta Cristina Fernández, fue un importante factor de contención de las presiones sociales generadas en el marco de la peor crisis económica registrada en la historia del país.

Kirchner falleció a los 60 años de «una afección cardíaca». Fernández se encontraba a su lado cuando fue trasladado de urgencia a un hospital municipal en la provincia austral de Santa Cruz, donde falleció.

Junto con Fernández, Kirchner construyó un peculiar modelo de cogobierno, por común acuerdo, y su fallecimiento genera interrogantes sobre el futuro inmediato de la política argentina de cara a los venideros comicios presidenciales del 2011.

De carácter irascible e implacable con sus adversarios, Kirchner saltó al poder central desde su gobernación provincial de Santa Cruz en medio de un turbulento ambiente político propiciado por el desgarrador colapso de la economía.

Luis Bruschtein, subdirector del diario Página 12, dijo que Kirchner jugó un importante papel de estabilización dentro de la política argentina desde que llegó sorpresivamente a la presidencia en mayo del 2003.

«Kirchner tomó la bandera de la política, como forma de reinstitucionalizar la democracia en Argentina, y eso lo hizo sólo porque ninguno de los otros políticos se mostró en condiciones de hacerlo en este país», afirmó Bruschtein.

La importancia de la labor consistió en prestarle atención nuevamente a las necesidades sociales y políticas del país, que habían sido sacrificadas a finales de los años 90 por un enfoque absolutista a la conducción económica del país.

La economía, no obstante, se vino abajo cuando el gobierno del conservador Fernando de la Rúa (1999-2001) congeló los depósitos bancarios, en un intento por mantener a toda costa la tasa de cambio fija de un peso igual a un dólar.

El colapso económico fue seguido por una rebelión popular, en la que participaron millones de argentinos, y que condujo a la salida prematura del poder de De la Rúa y a los posteriores nombramientos de una seguidilla de presidentes que duraron poco tiempo a cargo de las riendas del país.

Aún cuando la intensidad del torbellino político comenzó a disminuir durante el gobierno interino de Eduardo Duhalde (2002-2003), fue con el ingreso de Kirchner a la presidencia cuando la ciudadanía comenzó a recuperar la fe en las instituciones democráticas.

«Cuando asumió Kirchner, en la calle todavía había cientos de miles de personas gritando ‘Que se vayan todos’. Y los dos partidos históricos este país prácticamente no tenían respaldo social y habían perdido su base social histórica», dijo Bruschtein.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba