Rafael Correa: Si yo hubiera estado en Ecuador ganábamos las elecciones

Tras la derrota de su delfín político Andrés Arauz en los comicios del pasado domingo, Rafael Correa analiza el presente y el futuro de Ecuador. Al respecto, el expresidente aseguró que si hubiera estado en su país, su movimiento habría ganado las elecciones, mientras reiteró sus felicitaciones al mandatario electo, Guillermo Lasso, al tiempo que aseguró que, si es necesario, trabajarán de la mano con él.

Entrevistado por la BBC y la agencia EFE, quien fuera presidente de Ecuador entre 2007 y 2017, justificó la derrota de Arauz, apuntando que no solo tenía en contra a sus adversarios políticos, sino también «al Estado, no solo al Gobierno«.

Con todos esos atenuantes, Correa considera sin embargo que «si yo hubiera estado en Ecuador, solo con ese hecho, le aseguro que ganábamos las elecciones, pero es muy difícil en esas condiciones pelear, más aún con estructuras«.

«Persecución brutal»

El exmandatario insiste: «Teníamos al Consejo Nacional Electoral fastidiando, la fiscalía investigando a nuestros aportantes, contralores. También teníamos en contra a todos los medios de comunicación«, señaló Correa, que aceptó que sin duda la derrota fue «dolorosa«, pero lo que más le preocupa ahora es, a su parecer, «la persecución brutal» que hay en contra de su movimiento político.

«Llevamos cuatro años de persecución» lamentó el economista de 58 años, que espera acabar «con esta pesadilla«, aunque advirtió que seguirán resistiendo en la búsqueda de un mejor país.

Dispuesto a colaborar con Lasso

Sobre el presidente electo, a pesar de que Correa aceptó no concordar con algunas ideas de Guillermo Lasso, señaló que está dispuesto a trabajar en conjunto y dar todo el apoyo al nuevo presidente.

«El éxito de Lasso, es el éxito del país«, aseveró Correa, al destacar que ayudarán en todas las cosas que consideran positivas. «Por ejemplo, la vacunación, si es necesario ponernos a vacunar, ahí estaremos«, observó.

Asimismo, expuso que seguirán pugnando por temas como evitar la privatización de la seguridad social y de las empresas públicas. «Lo denunciaremos a la ciudadanía, denunciaremos que no es bueno, pero siempre mantendremos la gobernabilidad«, aclaró.

Revés para el «progresismo»

Por otro lado, Correa opinó que el pasado domingo fue un «mal día» para el progresismo en América Latina, tras las elecciones en Perú y Ecuador, resaltando que había «mucha esperanza» de que se consolidara un ciclo progresista en ambas naciones.

«En Ecuador era casi seguro que ganaba el progresismo. A veces el entusiasmo nos lleva a sobrestimar nuestras fuerzas«, reflexionó.

Correa manifestó que si bien Lasso no es un buen candidato, se votó por tendencias «no por personas» y se quejó de que el odio que se ha acumulado por años llevó a una votación «visceral«.

Remarcó que durante su Gobierno (2007-2017) Ecuador fue ejemplo para el mundo. «Duplicamos el tamaño de la economía, fuimos campeones regionales en la reducción de pobreza«, sin embargo, dijo, «nuestros pueblos tienen memoria frágil» y adujo la derrota en las elecciones a esta situación.

Seguirá en la palestra política

Actualmente en Ciudad de México, Correa expresó su anhelo de volver algún día a Ecuador, aunque adelantó que su idea no es quedarse ahí sino irse a Bruselas, Bélgica, país natal de su esposa, como fue su deseo tras dejar la presidencia.

En cualquier caso, no vislumbra un retiro de la vida política: «En lo posible voy a dejar que el nuevo liderazgo, Andrés (Arauz) y muchos otros jóvenes, manejen esto, pero obviamente algunas veces me consultarán y todavía no puedo regresar al país mientras no se resuelvan todos estos problemas jurídicos que yo creo que más temprano que tarde se derrumbarán«, enfatizó Correa, sentenciado  por la justicia ecuatoriana a ocho años de prisión por el caso «Sobornos 2012-2016«.

Por este proceso legal, Correa fue acusado de haber recibido «aportes indebidos» para la financiación de su movimiento político Alianza País, a cambio de la adjudicación de millonarios contratos del Estado a empresas, entre ellas la constructora brasileña Odebrecht.