Venezuela: aniversario golpista en dos partes
Venezuela vivió de dos maneras otro aniversario de la intentona golpista de 1992 que hizo saltar a la palestra pública al entonces teniente coronel y ahora presidente Hugo Chávez Frías.
El oficialismo organizó una movilización para celebrar el décimo octavo aniversario de esos acontecimientos, mientras que estudiantes contrarios al gobierno protestaron sin poder llegar, como se proponían, a la Asamblea Nacional.
El alcalde de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez, declaró que «no hubo una solicitud seria» de permiso para la marcha opositora, razón por la cual la policía tenía instrucciones de dispersarla. Y así ocurrió, con bombas lacrimógenas y chorros de agua.
Mientras, con su traje de combate y su boina roja, Chávez se dirigió a una audiencia de militares y civiles para declarar que «el 4 de febrero es una fecha patria».
«No será en vano»
Aquel 4 de febrero de 1992, un grupo de militares, en su mayoría cuadros medios, encabezados por el actual jefe del Estado y otros cuatro tenientes coroneles, intentó derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez, sin lograrlo.
Chávez ganó notoriedad cuando fue expuesto ante las cámaras de televisión para hacer un llamado a los militares golpistas a deponer las armas. «Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital», dijo.
«(Esa fecha) Partió en dos la historia de la patria venezolana (…) La sangre de aquel día corrió, los jóvenes que aquel día cayeron, dignos oficiales, dignos soldados de tropa, dignos estudiantes, no será en vano. Su sacrificio no será en vano», declaró el ahora presidente este jueves.
También se refirió a los estudiantes, a quienes advirtió que con sus «manitos blancas» (símbolo utilizado por los universitarios en señal de paz) no van a lograr «tumbar el gobierno revolucionario».
Comparó su intentona golpista de 1992 con las acciones de estos últimos, que equiparó a «cuatro hijos de papá de la burguesía»
«Estudiantes verdaderos son los hijos del pueblo, los verdaderos estudiantes, los luchadores, la juventud, no los hijos de la burguesía, empujados por el imperialismo, empujados por la aristocracia venezolana para tratar de derrocar a este gobierno», dijo en cadena de radio y televisión.
Mientras tanto, los grupos estudiantiles intentaban negociar con la policía su camino hacia la Asamblea, adonde esperaban consignar una serie de propuestas para atacar los problemas de racionamiento eléctrico e inseguridad.
Roderick Navarro, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, lamentó que una vez más les hubiera sido negado el derecho a manifestar pacíficamente hasta los centros de poder. Pero anticipó que lo seguirán intentando.
«De que llegamos, llegamos», dijo.