Chávez exige a AN aprobar impuesto a ganancia súbita

El presidente Hugo Chávez, instó al parlamento venezolano a aprobar el Impuesto a la Ganancia Súbita, para percibir ingresos adicionales que permitan acelerar la solución de los problemas que aquejan a los venezolanos.

Durante su discurso en frente al Palacio de Gobierno, manifestó, «he decidido y he enviado a la soberana Asamblea Nacional, la solicitud para aplicar un nuevo Impuesto a la Ganancia Súbita, si el petróleo subió a noventa dólares, la ganancia subió y mucho, y es una ganancia que se queda en las empresas petroleras, sin que haya correspondencia con la necesidad de nuevas inversiones y costos».

Cuestionó que el parlamento venezolano se tomara el tiempo para aprobar el impuesto: «La semana pasada la Asamblea Nacional difirió la aprobación de ese impuesto, no entiendo las razones por la cual la ha diferido, pero quiero decirles que por cada semana que pase, al precio del petróleo en noventa dólares, el fisco nacional deja de percibir aproximadamente ciento cincuenta millones de dólares por semana, adicionales, y quiero decirles que todo el ingreso adicional por vía del Impuesto a la Ganancia Súbita va a ir directo a la inversión social para continuar y acelerar la solución de los problemas que aquejan a los venezolanos».

«Yo no entiendo todavía parece que los diputados no tenían la información clara, o algunos diputados pidieron diferir la aprobación de ese impuesto, que tiene que ser aprobado, en la ley nosotros no podíamos por Habilitante aprobar eso, yo le decía a la presidente de la Asamblea ayer bromeando que me debe por cada semana que pase doscientos millones de dólares, ciento cincuenta mas los intereses da doscientos».

Indicó que los recursos recaudado mediante este impuesto serán para financiar la Misión 13 de abril.

Manifestó respecto a la estatización de empresas, que «ahora tenemos que completar la nacionalización de la Siderurgica del Orinoco y de las plantas cementeras que pasan de nuevo al pueblo de Venezuela, propiedad social, socialismo. Desde aquí mis saludos a los trabajadores de Sidor, cuenten con nosotros, y contamos con ustedes ahora para convertir a Sidor en una empresa socialista y que la clase obrera asuma protagonismo en la revolución socialista bolivariana».

El control de cambio llegó aquí para quedarse

Ya entrada la noche, el presidente Chávez se tomó el tiempo de hablar del control de cambio, «por allí dicen algunos que se va acabar, podemos flexibilizarlo pero el control de cambio llegó aquí para quedarse, no le podemos permitir a la oligarquía vende patria que se siga llevando como se llevó todos los dólares del pueblo, todas las divisas convertibles del pueblo, yo recuerdo, era un verdadero desangramiento lo que ocurría en 2002 a 2003»

«Por una parte entraban los recursos del petróleo y de otras exportaciones y en la noche ya se había ido» aseguró.

Explicó el presidente venezolano, que costó la decisión del control de cambio, «recuerdo que en la primera reunión que hicimos el único que estaba de acuerdo era yo, ni los ministros míos estaban de acuerdo, el BCV mucho menos, hasta que después de tanto debates, discusiones y peleas por fin acordamos el control de cambio, de inmediato empezaron a recuperarse las reservas internacionales, se acabó la hemorragia, ya las reservas en el 2003 llegaron a once mil millones de dólares, se estaba secando el país, íbamos rumbo a un colapso económico».

«Ahora tenemos unas reservas que proporcionalmente con el tamaño de nuestra economía son de las mas grandes del mundo, además hemos creado el Fonden, con las reservas excedentarias, lo cual nos ha permitido no solo liberarlo del FMI y el Banco Mundial, sino contribuir con que otros países se liberen del FMI y el Banco Mundial».

Cuestionó que se destinara más dinero a compras por Internet en dólares que a la compra de alimentos. «Por allí se nos fueron miles de millones de dólares el año pasado, he ordenado ajustar al vicepresidente y que más nunca ocurra eso, cualquier decisión debe ser consultada conmigo aun cuando el BCV es autónomo, pero yo soy el jefe del Estado y jefe es jefe».