Esperan racionamiento de agua en Caracas para 2015

Desde los embalses Lagartijo, Camatagua y Taguaza parte el líquido que, tras circular por algunas de las 14 plantas de tratamientos, se convierte en el agua potable que alimenta a Caracas. Sin embargo, este año, las tardías lluvias en el país llevaron a aplicar en “plan de abastecimiento especial” para racionar el suministro de las represas a la capital.

Cuando se termina el 2014 y se avecina la temporada seca, los niveles de almacenamiento no están todavía en la cota “normal”, según los registros que mantiene Hidrocapital. Por esta razón los especialistas coinciden en que toda la ciudad puede esperar recortes regulares en el suministro del agua para 2015, en especial si además de ésta situación se le agrega la inactividad en Lagartijo, que no opera desde el primer trimestre de este año.

Aunque el exvicepresidente de Operaciones de Mantenimiento de Hidrocapital, Norberto Bausson, no duda del invierno “errático”, asegura que el problema en Caracas radica también en el poco mantenimiento de los acueductos.

Antonio De Lisio, profesor e investigador del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, advierte que existe un problema en los canales de distribución pues hay tuberías que deben ser cambiadas según su criterio. “Toda la red interna no se ha mejorado”. Así, también coincide en que será necesario verificar la distribución del agua.

Equitativo
Los tres principales embalses que surten a Caracas y los complementarios, explica Bausson, se encuentran a una altitud distinta a la capital, lo que implica un proceso de extracción para llevar el líquido a los habitantes, “y eso no ocurre si los sistemas de bombeo y las redes de distribución de la ciudad no funcionan oportunamente”.

“Además un acueducto no se maneja como una fábrica. (No se trata de que) si tengo más agua, la gente tiene más agua. Un acueducto se maneja con tecnología para que el agua pueda distribuirse lo más equitativamente posible”
Un caraqueño consume alrededor de 280 litros de agua al día, pero la cifra podría variar por sector. “El agua siempre trata de ir a las zonas más bajas, donde es más fácil ir, (ahí) el promedio percápita está por encima de 450 litros”, acota.

La diferencia puede ser que un habitante del centro de Caracas consuma más de 400 litros de agua y una persona en Antímano o Filas de Mariche solo reciba 20 litros.

“Alerta amarilla”
Para enfrentar la sequía, Hidrocapital debió comenzar un plan de racionamiento desde 2013, afirma De Lisio. Sin embargo, dice, ha llovido más de lo que se esperaba por lo que la medición de los embalses no está en sus niveles mínimos.

Estamos en “alerta amarilla”, explica el especialista. Pero, como Bausson, insiste en que se debe trabajar para corregir y actualizar todo el sistema de bombeo, tratamiento y trasmisión de agua para garantizar los niveles de suministro con la cantidad de agua que existe en la actualidad.

Dentro de los temas a revisar se encuentra la planificación urbana. La construcción de edificios, sin que se creen nuevas conexiones y redes de tuberías, o sobrecarga el sistema de distribución, señala De Lisio. Agrega que las nuevas construcciones deberían poseer sus propios tanques de almacenamiento que no impliquen un constante bombeo de la calle a las edificaciones.

Tecnología en el olvido
Bausson hace un llamado a la empresa estatal a revisar la tecnología de la infraestructura acuífera, de otra forma se compromete la cantidad y la calidad del líquido. Además, insiste, “no tienes suficiente agua como para darte lujos”.

“En Caracas, para que el agua alcance a ciertas zonas y se racione en otra, es necesario realizar como 200 maniobras manuales. Eso es una forma muy arcaica de hacer las cosas”