Familias de La Bloquera en Vargas sobreviven en condiciones de extrema pobreza
Marighzell Lucena-Vargas
@mlucena15
Falta de servicios básicos, caminerías, comida, atención médica y viviendas dignas son parte de las necesidades que afectan a más de 50 familias, que residen en la parte alta del sector La Bloquera, parroquia Carlos Soublette del estado Vargas.
Niños, ancianos y personas con necesidades especiales son los más perjudicados ante la situación del país, que según especialistas tiende a empeorar.
Ni en campaña electoral las autoridades regionales o locales han visitado a las familias, cuyas viviendas son improvisadas con latones, cartones y cualquier otro material. Leyli Brito, madre de cuatro niños, explica que la desidia es total y que cada quien sobre vive como puede.
“Aquí no se asoma nadie ni en campaña electoral. Lo que tenemos es porque hemos tenido que hacer algunos sacrificios. En alguna oportunidad se nos dijo que la zona era inhabitable y que esa sería la razón para que no nos brindaran ningún tipo de ayuda. Aquí no llegan las misiones ni para ayudar a mejorar nuestros ranchos”, explica.
La falta de tuberías ha impedido que reciban el servicio de agua y que la insalubridad haya venido incrementando, provocando enfermedades como la sarna tanto en niños, como adultos.
En lo que respecta a la atención médica, el Barrio Adentro más cercano carece de insumos y medicinas, e inclusive en ocasiones de personal suficiente. La única atención que han podido recibir en los últimos meses ha sido gracias a la acción de algunas fundaciones, que con regularidad acuden con asistencia médica preventiva a la zona.
Venden zapatos para adquirir el CLAP
Ante la falta de empleo, muchas de las familias de La Bloquera recurren a la venta de enseres, que en ocasiones les regalan y así buscar el dinero que necesitarán luego para comprar la bolsa CALP.
Brito, indicó que aunque venían recibiendo la caja en 35 mil bolívares, se les informó que la próxima bolsa tendría un precio por encima de los 300 mil bolívares, dinero que debió recaudar con la venta de unos zapatos usados que le habían regalado.
“Ahora nos aumentaron la bolsa y buscamos manera de resolver para poder comprarla. En ocasiones nuestros hijos pasan el día sin probar bocado”, dijo la joven madre.
Otras como Dairelis Mayora, dice que a duras penas logran sobrevivir con la bolsa y con lo poco que pueden recibir de algunos particulares y fundaciones que brindan ayuda a la comunidad. “A veces no tenemos sino únicamente para la bolsa y unas cuantas cosas más, mi esposo trabaja pero el sueldo no es suficiente. La mayoría de los niños del sector presentan problemas de talla y peso, que afectan su crecimiento además de otras enfermedades por mala alimentación”, advirtió.
