Madres de la protesta: Siempre creeré en tus convicciones

Este domingo se celebra el Día de las Madres, para muchos un momento en el que homenajean y consienten a sus madres, para otros es el momento de recordarlas con cierta melancolía.

Hay todo tipo de madres, las cariñosas, las comprensivas, las fitness, las disciplinadas, pero definitivamente, en Venezuela, todas son madres luchadoras. Mujeres guerreras que todos los días buscan lo mejor para sus hijos, es por eso, que el equipo de Analítica.com decidió entrevistar a esas mujeres que no sólo luchan ellas sino que hicieron de sus hijos unos «luchadores», pues salen a marchar y están en la movida de las protestas.

Ana Pérez es una madre venezolana que apoya a su hijo en las manifestaciones, pues como ella misma lo ha dicho, quiere que él sepa que puede contar con ella siempre, hasta en los momentos más difíciles.

José, hijo de Ana, resultó detenido en una protesta en Caracas, al igual que más de 2 mil personas más que han salido entre abril y mayo a pedir la restitución del hilo constitucional. Sin embargo, ella estuvo pendiente de él en todo momento.

¿Por qué lo ha dejado salir a marchar?

Hay dos razones fundamentales por las cuales yo lo dejo salir. Una es la convicción de él de querer hacerlo, la lucha, las ganas de restablecer el orden de libertad que a ellos como jóvenes los inspira. Lo otro es que prefiero saber dónde se encuentra y que él sienta el apoyo que le doy cada vez que sale a protestar, prefiero eso a no saber dónde está o a que no pueda localizarlo. Yo quiero que él sienta que puede contar conmigo en todo momento.

¿Cuáles son tus palabras de aliento cada vez que él va a manifestar?

Más que palabras de aliento yo siempre le doy la bendición. Lo acompañó durante toda la manifestación, voy unida a él dándole las mejores vibras, pendiente con él y viendo cómo va la cosa.

Más que darle palabras de aliento a él,  él me las da a mí,  porque José sale a marchar convencido de lo que cree, que no es más que el deseo de que todo vuelva a su cauce, tener una Venezuela libre y eso es lo que me alienta a mí; escuchar su convicción y la de los muchachos.

¿Cómo te sientes cuando él sale a marchar?

¿Que cómo me siento?  Pues súper orgullosa de él, a pesar de que no ha conocido otro Gobierno, tiene la firme convicción de lo que hace y porqué lo hace y yo lo apoyo.

¿Qué es lo más difícil de ver a tu hijo marchando?

El temor más grande que yo siento cuando lo veo marchar es que le puedan hacer daño. Han sido muchos los heridos y fallecidos. De verdad que pensarlo y ponerme en la situación de las demás madres que lo han vivido me hace temer muchísimo. Cada vez que José sale un pedacito de mí se va con él y no sé si regrese.

¿Qué pensaste al momento en el que supiste que tu hijo estaba detenido?

Ese momento fue bastante particular, recuerdo que sentí como cuando el árbol se va deshojando; hoja por hoja, eso sentí.

Fue tan indescriptible, aunque yo sabía que lo más importante era que me debía mantener en pie. Tenía que ser fuertemente para poder solucionar el problema lo más pronto posible.

¿Cuál fue tu mayor miedo cuando te enteraste de su detención?

Lo que más miedo me daba era que no pudiera verlo de nuevo y que lo dejarán ahí recluido. El no poder saber de él por mucho tiempo, que lo dejarán incomunicado, que lo golpearan o que no pudiera comer eran mis grandes temores.

Fueron tantas cosas juntas, tanto miedo, porque sabemos las cosas y las situaciones que se dan en esos sitios (de reclusión); de verdad la sensación fue terrible.

¿Lo llegaste a ver detenido? ¿Qué te dijo él?

No lo llegué a ver detenido, una persona que estaba cerca al lugar donde lo tenían se acercó hasta allá y lo más recomendable fue que yo me quedara donde estaba y esta persona me iba informando de lo que debía hacer. Pero yo no lo llegué a ver personalmente.