Paralizado el ferrocarril por deuda del Gobierno
Un numeroso grupo de obreros que trabajan en la construcción del ferrocarril en su tramo Guárico, Aragua y Carabobo, anunciaron que la obra quedó paralizada debido a que el Gobierno venezolano le adeuda mil 300 millones de dólares a la empresa italiana, Consorcio Contuy, la cual lleva adelante parte del proyecto.
En representación de la masa trabajadora, Lucho Clemente, secretario ejecutivo de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) Aragua, manifestó en rueda de prensa que el pasado viernes fueron notificados de manera informal que la empresa italiana no tiene recursos para continuar ofreciendo pago a los trabajadores que laboran en el tramo que Guárico y el que comprende desde Las Julia hasta La Cabrera y los que participaron en los trabajos que se extendieron hasta el cementerio de San Joaquín en Carabobo.
Los trabajos en el tramo La Encrucijada (Aragua) y El Sombrero (Guárico) se mantienen activos, pues dependen de empresas asiáticas.
«La empresa informó que no tiene los recursos para continuar la obra. No tienen el dinero para cancelar las semanas de los trabajadores y por ello, hacemos un llamado al Ministro de Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello y al Presidente Hugo Chávez Frías, para que le meta la lupa en las empresas italianas, porque ellos han trabajado en el país por 18 años y no es justo que ahora hagan esto», expresó Clemente.
Los presentes manifestaron que el problema afectará a más de mil trabajadores directos y aproximadamente 3 mil 500 indirectos. Clemente comentó que se estimaba que en el año 2012 iba a estar listo el tramo La Julia- Mariara pero por causas del problema que están enfrentando el proyecto no podrá ser culminado en el tiempo previsto.
«La empresa no es clara porque no pasa nada por escrito y dicen que no tienen dinero y que el gobierno no les paga desde hace tiempo, pero sabemos que el Ministro Diosdado Cabello y el Presidente Chávez han tenido interés en mantener la obra», subrayó el secretario ejecutivo de la UNT en Aragua .
A pesar del conflicto claramente descrito, los obreros quienes se identificaron como revolucionarios y afectos al oficialismo, señalaron que la empresa italiana está haciendo presión de manera fallida porque no han llamado al diálogo y por ello, calificaron de «injusto» que atenten contra la estabilidad laboral de los trabajadores.
