Sin camas para tantos pacientes
Aunque a largo plazo la construcción de nuevos hospitales podría vislumbrarse como una solución razonable para resolver el colapso del sistema de salud, el fracaso del Gobierno en la edificación de nuevos centros asistenciales apunta a la reposición de las camas hospitalarias como una opción de respuesta inmediata a la sobredemanda sanitaria.
Para 2013, los 236 hospitales generales y especiales del país sumaban 21.770 camas funcionales, a fin de atender una población estimada en 28 millones 946 mil habitantes en Venezuela, de acuerdo con cifras de la Memoria y Cuenta de Minsalud, correspondiente a ese año.
Eso significa que existen 2.917 camas hospitalarias menos con respecto a 2012, cuando habían 24.687. Ello ubica la capacidad de respuesta a la población en 12 camas disponibles por cada 10 mil habitantes (1,2 por cada mil pobladores) que requieran asistencia intrahospitalaria, una cifra muy reducida frente a estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud, que sugieren hasta 4 camas por cada mil personas.
Ante las limitaciones, en las emergencias de los hospitales del país, los familiares de los pacientes deben improvisar listas de esperas para ser atendidos, según el turno de llegada.
Moisés Contreras, paciente del Clínico de la UCV, relató que debió esperar más de nueve horas en una ambulancia, a las afueras del sanatorio, hasta que se desocupara una cama para ser atendido por un infarto.
Capacidad limitada
De las 4.861 camas que reúnen 16 hospitales de Distrito Capital, solo 2.717 estaban operativas hasta 2012. Dos años después se mantiene la situación. Ello supone una capacidad de servicio de 56% en Caracas, donde predominan los siniestros por accidente en motos, heridos por hechos violentos y una larga lista de pacientes que aguardan por intervención electiva.
José Félix Oletta, exministro de Sanidad, sostiene que el número de camas disponibles se ha reducido drásticamente en los últimos años. «Ahora tenemos menos cobertura de la que teníamos en 1975, cuando existían hasta 30 camas por cada 10 mil habitantes», dijo.
Oletta considera pertinente que el Ministerio de Salud reactive el funcionamiento de los hospitales, mediante un plan nacional que responda a las necesidades demográficas y epidemiológicas de la población. «El tema no es construir nuevos hospitales, el punto es arreglar los que tenemos y evaluar su funcionamiento con una metodología adecuada», expuso, al destacar las graves fallas de infraestructura de instituciones.
De todos los hospitales de la ciudad, el caso más emblemático es el Hospital Clínico Universitario, que cuenta con 1.200 camas, pero más de 300 están inoperativas, trascendió extraoficialmente. José Manuel Olivares, portavoz de la Sociedad de Médicos del Universitario, explica que la falta de insumos y la inoperatividad de los quirófanos y equipos, muchas veces obliga a los médicos a hospitalizar a los pacientes por largos períodos, lo que genera mayor ocupación de camas. «Hay gran retraso en la resolución de casos porque no se cuenta con quirófanos necesarios».
El también exministro de Sanidad, Carlos Walter, acota que la gente acude a las emergencias de grandes hospitales pues los centros de atención primaria de Barrio Adentro operan con dificultad. Walter advierte que no hay una evaluación sobre el alcance de esa Misión. De hecho, un estudio de Provea en 2012 determinó que de 3.524 módulos 50% de ellos estaban inoperativos. Ya en 2009 el propio Chávez admitió que dos mil estaban cerrados.
Walter recordó que el Gobierno adeuda la construcción de 6 hospitales que conforman la primera fase del plan hospitalario, entre los que figuran el Centro Nacional de Cáncer y el Cardiológico de Adultos.
