Domingo de Resurrección y perdigones en La Isabelica, por Cristhopher Borrero
Cristhopher Borrero-Carabobo
@CristhopherB
No se guardaron las formas. El calendario litúrgico fue interrumpido por el uso de fuerza potencialmente mortal en Venezuela. Las prácticas represivas han escalado en los últimos días santos, con al menos unas 123 protestas a lo largo y ancho del territorio nacional durante la Semana Mayor. Lo que presenta un incremento del 36.6% con respecto a las 45 manifestaciones registradas para el mismo período de 2016, según datos aportados por Marco Antonio Ponce, investigador del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. El último escenario de represión local se registró en La Isabelica, municipio Valencia, del estado Carabobo.
Eran cerca de las 9:30 pm del pasado Domingo de Resurrección, cuando manifestantes iniciaron una protesta antigubernamental en el sector 5 de la localidad, adyacente a la Clínica Elohim. Las consignas fueron acalladas por comisiones de la Policía de Carabobo, quienes buscaron dispersar a los manifestantes amparados por la noche. Ante la negativa ciudadana de abandonar la huelga, se originó un enfrentamiento.
El cuerpo policial solicitó apoyo del Comando de Seguridad Urbana del estado Carabobo. (Desur Carabobo), para el Orden Interno 41. La arremetida fue desproporcional, según consta en cientos de mensajes publicados a través de Twitter.
Perdigones y penitentes
Alrededor de las 10:00 pm arribaron comisiones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Policía Nacional Bolivariana (PNB). Las detonaciones se mezclaron con los gritos de auxilio de los lugareños, mientras que una conjura de humo de cauchos quemados y gases lacrimógenos asfixiaban a manifestantes y residentes por igual.
El brazo militar del Gobierno atacó a santos y a diablos. Como si se tratara de una purga, los guardias nacionales dispararon contra viviendas y edificios, localizados primordialmente en los sectores 4 y 5.
La caravana de funcionarios siguió en procesión violenta hasta el sector 6 y 7. Momentos antes, los manifestantes habían cerrado el paso hacia el elevado del Paseo Las Industrias, específicamente en las adyacencias de La Espiga de Oro.
Heridas y estigmas
La actuación de las fuerzas de la Ley dejó heridas abiertas. En medio del procedimiento un joven intentó eludir a las comisiones actuantes, en plena huida fue interceptado por un efectivo, quien disparó a quemaropa directamente sobre sus genitales. La víctima quedó identificada como Richard Ponce, traslado de emergencia al Hospital Carabobo. Pese a los intentos no fue posible obtener testimonio del afectado.
Aunque no existe un registro pormenorizado y actualizado sobre la cantidad de heridos durante las jornadas de protestas en Semana Santa, el diputado de la Asamblea Nacional José Manuel Olivares estimó un promedio de 200 heridos. Esta data se suma a los más de 538 arrestos, 241 detenciones y 6 fallecidos, totalizados por reportes de prensa y organizaciones de defensas de los derechos humanos como el Foro Penal Venezolano.
