Carlos Sainz acaricia el título en el Rally Dakar 2020
Carlos Sainz dejó este jueves muy enfilado su tercer Dakar al llegar líder a la última etapa con más de 10 minutos de ventaja, mientras que el estadounidense Ricky Brabec hizo lo propio en motos, con 14 minutos de colchón, para adjudicarse el primero de su carrera.
Tanto Sainz como Brabec cuentan con la ventaja suficiente para no arriesgar en el último día de rally, sobre todo después de que la organización de la carrera redujese el tramo cronometrado de 374 a 177 kilómetros al encontrarse en construcción un gasoducto en parte de la zona de competición, destacó Efe.
Sin embargo, el español no se ve todavía ganador, consciente de las trampas que esconde el Dakar hasta el último kilómetro y sobre todo de los infortunios del pasado.
«Sigo muy prudente», dijo Sainz, que tiene muy al alcance sumar con el buggy de Mini un Dakar más a los conseguidos en 2010 con Volkswagen y en 2018 con Peugeot.
«Siempre hay tensión y más según se va acercando el final del rally, pero hemos estado en esta situación otras veces y las canas también sirven para algo», apuntó el madrileño, que aspira con 57 años a ser el piloto más longevo en ganar el Dakar.
Superada la «etapa» reina de las dunas
La undécima y penúltima etapa entre la remota base aérea de Shubaytah, cerca de la frontera de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, y el enclave petrolero de Haradh era el último gran escollo de este rally que él mismo Sainz había denominado como «la etapa reina de las dunas».
Fueron más de 100 kilómetros consecutivos de dunas cortadas y ollas de arena que Sainz tuvo que sortear con su buggy primero que todos abriendo pista y solo cedió ocho minutos respecto a Nasser Al Attiyah (Toyota) y Stéphane Peterhansel (Mini), sus grandes rivales, gracias a una fina labor de navegación de su copiloto Lucas Cruz.
Al Attiyah y Peterhansel resignados al segundo lugar
El qatarí consiguió conservar la segunda posición de la clasificación general por solo seis segundos frente al piloto francés, compañero de equipo de Sainz, y ambos consideraron que las opciones de alcanzar al español son muy remotas.
«Es imposible. Ayer perdimos mucho tiempo, cometimos un error y supe que perdimos el Dakar, pero estoy contento. Si Carlos gana mañana me parece bien, ha hecho un trabajo muy bueno y le daré la mano», dijo al terminar segundo la etapa Al Attiyah, último ganador del Dakar y gran favorito al inicio del rally para volver a ganarlo.
El qatarí se resignó a pelear el segundo puesto con Peterhansel, pero este cree que le será difícil arrebatarle ese lugar porque en la última etapa le toca abrir pista. «Espero que gane Carlos porque yo creo que no puedo ganar, estoy muy lejos, y porque hemos trabajado mucho en el buggy», comentó el piloto galo.
Sin embargo, Sainz no se fía de los dos y recordó que «son dos enemigos tremendos que no ceden y que van a seguir a fondo porque, entre otras cosas, se juegan el segundo puesto».
Alonso en modo «Le Mans»
El español Fernando Alonso (Toyota) continuó encadenando notables actuaciones con sonados percances y esta vez se puso en «modo Le Mans» para adelantar en la etapa a unos 60 vehículos y pasar página al vuelco sufrido el miércoles.
Alonso finalizó la etapa en octavo lugar, una posición que puede parecer discreta si no se en cuenta que fue el vehículo 113 en partir a la etapa, por lo que se encontró con mucho tráfico en el camino que fue superando como pudo.
«Hemos contado unos 60 autos que hemos adelantado hoy, era un sin parar, pero afortunadamente en las dunas hay mejor visibilidad porque no hay polvo, así que puedes ir adelantando por la derecha y por la izquierda. Ha sido un poco salvaje pero la experiencia ha sido tremenda y las sensaciones son inmejorables», dijo Alonso.
Antes de terminar su primer Dakar, el campeón de Fórmula 1 se mostró muy satisfecho por haber rodado a ritmo de los mejores pilotos del rally con solo siete meses de preparación y solo dos días malos con una rueda rota y un vuelco le impiden de momento estar clasificado entre los diez primeros de la general.
Brabec busca histórica victoria
En las motos, Brabec (Honda) tiene también bastante asegurado el triunfo de su primer Dakar tras salir de la penúltima etapa con 14 minutos de ventaja sobre el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), que marcó el mejor tiempo del día y sumó su segunda etapa ganada.
Brabec parte este viernes en una posición inmejorable para que la marca japonesa Honda vuelva a ganar el Dakar después de 31 años y al mismo tiempo romper una hegemonía de 18 años consecutivas de victorias en el Dakar de su competencia austríaca KTM.
Quintanilla es consciente de lo complejo que será recortar esa desventaja en tan poca distancia, pero recordó que «el Dakar solo se acaba cuando cruzas la meta» y consideró un premio llegar a la última etapa con opciones de ganar el rally después de recuperarse de una doble fractura de tobillos sufrida en la última edición.
Mucho más fácil lo tiene su compatriota Ignacio Casale, que acaricia su tercer Dakar en quads al llegar al último día con más de 21 minutos de ventaja sobre sus rivales.