Golf: Inversión personal y social para todos
Un deporte de muchos atributos, pero se pierde de vista su remuneración si lo vemos a mediano y largo plazo, y si lo apreciamos por dentro y a futuro.
Invertir en futuros, sembrar sueños, poner a trabajar nuestro cuerpo en función de lo que queremos hacer, soñar en lo que nos gusta, disfrutarlo mientras ponemos nuestras semillas, y hacerlo a costa de nuestro retos y venciendo todo obstáculo, es verdaderamente saludable y constructivo, lo que lo hace muy productivo e inmortal, es para toda la vida, es para todos, es el GOLF.
Con el valor de muchas monedas, con la capacidad de multiplicarse, con la energía de producir, porque son instrumentos que funcionan de muchas maneras, tantas como tipos de gente hay, tan fuerte como le quieras dar, y tan suave como la puedas poner a volar, es el GOLF.
Forjar nuestra voluntad, poner a prueba nuestra habilidad, poner nuestras ideas en práctica, recibir las verdades de lo indomable, aceptar el trabajo y la dedicación como único camino para labrar nuestro destino, y tomar la paciencia como sistema de encuentro y búsqueda constante, es el GOLF.
Aprender y conocer quienes somos, de lo que somos capaces y que debemos hacer para lograrlo, indagar en nuestro yo interno, averiguar como queremos hacer la conquista, probar las derrotas y las victorias como aprendizaje y no como gloria, tomarlo como un verdadero disfrute y entretenimiento del más allá, experiencias que hacen vida de los sueños, es el GOLF.
Hacer cada quien su propio viaje, trabajar su propio recorrido, buscar cada uno su propia causa, tomar nuestras decisiones con libertad y aceptar las consecuencias con humildad y deportivismo, confiar en nuestras acciones y respetar nuestras condiciones, y hacerlo con amor y dedicación hasta el cansancio, es el GOLF.
Buscar cada momento, conocer todo contento, sudar siempre dispuesto a recibir todo retraso como sustento, sentir la tierra, percibir los vientos, acariciar las lluvias y gustar los engramados, como también honrar los demás habitantes, los que vienen con uno y los que habitan en el lugar, los enraizados y los que van por su cuenta, los que iluminan y los que perturban, es el GOLF.
Tomarlo con honor y con devoción, verlo con respeto y mucha concentración, seguirlo con emoción y preocupación, sentirlo con dolor y conmoción, aplaudirlo con sinceridad y arrojo, promoverlo con interés y entendimiento, verlo como un instrumento lleno de sentimiento, porque es un deporte de libertades y emociones profundas, es el GOLF.
Un ejercicio de todos, que no desconoce realidades y no incentiva sino voluntades, un recorrido de cada uno, un swing de cada quien, hacia una ruta desconocida, encontrando una vereda exuberante, llena de alternativas y repleta de responsabilidades, porque la lucha es interna y los resultados son externos, el registro es uno solo, la muestra es evidente, es el GOLF.
Sabemos que son las historias, que son los vivencias, y las experiencias de cada quien, pero también vemos una historia, nos emocionan los trofeos, las medallas y las tradiciones, nos enorgullece su evolución y desarrollo, sus avances y su propagación, así como nos conmueven las estrellas, y mientras más jóvenes y más honrosas mejor nos atrae, más nos infunda lealtad, es el GOLF.
Infunde respeto, nos llama mucho la atención, no distingue ni discrimina, sólo entiende decisiones, sólo premia las acciones, es todo confianza, es todo rutina, pero sin mente no miente, y sin entrega y determinación no lo encuentras, no debes fallecer y debes insistir todo esfuerzo, porque el trabajo se premia, la sinceración es el GOLF.
Un deporte para ser dibujado, cantado o soñado; una disciplina para ser aventurada, creada y disfrutada; una práctica para ser sentida, pensada o innovada; un competencia con la vida, con los retos y los destinos; es la conquista de los sueños, de los pensamientos y los corazones; es un deporte único, es poderoso y conmovedor; es propio, global y Olímpico, es el GOLF.
