Pablo López blinda la rotación de los Marlins

Desde antes de su etapa de recambio los Marlins se han mostrado como el equipo más débil de la Liga Nacional, ya que con marca de 21-36 es poco lo que se puede alabar del equipo de Miami. Sin embargo es justo mencionar que este mal registro no es culpa de su rotación abridora sino por la falta de poder en el plato.

Caleb Smith, Trevor Richards, Sandy Alcántara, Pablo López y José Ureña se han mantenido saludables y en la medida de lo posible consistentes en su labor desde el inicio de campaña. La efectividad colectiva es 4.01, con lo cual se ubican en el sexto puesto de la Nacional en ese departamento, es decir que 20 equipos de la Major League Baseball tienen peor rendimiento que los Marlins.

Mucho se ha hablado del proceso de reconstrucción de Derek Jeter, pero un aspecto en donde parece estar bien ubicados de cara al futuro los de la Florida es en su rotación abridora.

A lo largo de cinco aperturas en casa este año, el venezolano Pablo López tiene efectividad de 1.84 y 31 ponches en 29 1/3 entradas. Sin embargo, ha tenido problemas en seis salidas en la ruta, con una efectividad de 8.26 en 28 1/3 entradas. Solo tiene un comienzo lejos de Marlins Park en el que lanzó al menos cinco entradas y permitió menos de cuatro carreras.

Este martes abrirá ante los Cerveceros en el Miller Park y buscará cambiar el historial a su favor. El pitcher nunca ha enfrentado a la franquicia de Milwaukee, quienes tienen en sus filas a Jesús Aguilar y Christian Yelich.

El equipo ha estado demostrando más ofensiva y mejor defensiva. “Saber que uno tiene siete jugadores detrás para hacer los outs y que todos saben su trabajo ayuda a cualquier lanzador”, dijo el abridor venezolano. “Las piezas han empezado a engranar y estamos no solamente jugando mejor sino también estamos bateando”.

El criollo persiste en su intento de aplicar los ajustes que debe hacer todo abridor cuando le toca medirse con los bateadores contrarios por tercera vez en cada encuentro. El manager Don Mattingly insiste casi a diario en la necesidad de que el pitcher nacido en Cabimas cambie su plan de ataque a los rivales en pleno compromiso, luego de haberlos visto en sus primeros dos turnos al bate.

“Es un ajuste mental”, explicó el piloto a FOX Sports Florida, luego de ver desperdiciada la sólida labor del zuliano. “Si fuera algo físico, no le pasaría lo que a veces le ocurre, que es una desmejoría evidente de un inning para otro”.

López admitió que en efecto hay “un poquito” de verdad en cuanto a que debe trabajar en su concentración y en el cambio de rumbo en pleno duelo. Pero los números aseguran que el proyecto va bien.

El lanzador de 23 años de edad está en su segunda zafra arriba. Perdió su estatus de novato en 2018, pero todavía está en proceso de aprendizaje. Ha mejorado su promedio de carreras limpias de 6.60 a 4.03 en estas últimas cuatro presentaciones y no ha permitido jonrones en el lapso. De hecho, apenas ha tolerado cuadrangulares en uno de sus inicios y tiene una sólida relación global de 39 ponches y 9 boletos en 38 tramos.