Argentina y economía
Debido al espacio, hoy obviaré la anécdota (de todas formas era un cuento
viejo cuya divulgación por unas semanas más tarde no afecta en nada al
mundo). Lo de la Argentina es más importante y puede pasar de moda en una
semana, excepto para los propios australes.
Es que por fin las agencias calificadoras la tienen mucho peor que
Venezuela, y se dieron cuenta (también «por fin», a pesar de que este
humilde articulista lo venía diciendo desde hace más de dos años) que la
Argentina estaba quebrada. Eso estaba tan claro, y fuimos muchos quienes lo
dijimos, pero parece que por fin los «expertos» en inversiones financieras y
los especuladores se dieron cuenta de lo evidente.
Venezuela tendrá sus problemas políticos, pero son sólo eso, políticos e
ideológicos, no son problemas de solvencia financiera, y en esa categoría,
en las actuales circunstancias, somos el país más solvente de América
Latina, o al menos mientras duren altos los precios petroleros. Sin
embargo, si esa posibilidad se diera, pasaríamos a tener problemas
financieros (como los vividos en 1998 e inicios de 1999) muy graves y
angustiantes, pero no quebraremos, como lo está la Argentina.
El dinero fresco (nuevos endeudamientos) lo que hizo fue que la lubricó por
un tiempo, pero nada se podía hacer, porque como deuda, hay que pagarla, y
no hay peor negocio que pedir prestado para pagar, porque se va directo a la
ruina. Hay un refrán árabe que dice: «el que presta y se endeuda, su ruina
está a la vista».
Ahora veremos si el gobierno argentino renuncia a su soberanía, y se
consigue a otro país dispuesto a adoptarlo. Y parece que hay otros países
que pueden seguir el mismo rumbo.
