Causas del declive
En este espacio hace dos semanas señalé que PDVSA viene entregando solamente 42,7% de las divisas por exportación petrolera al BCV. La diferencia entre el valor de las exportaciones y el ingreso de divisas petroleras al BCV solo durante 2009 y primer trimestre 2010 fue de $40.010 millones, cuyo paradero se desconoce. A pesar del menguado monto de divisas entregado por PDVSA en ese lapso, el BCV tuvo que entregar, sin recibir nada a cambio, $17.000 millones de las reservas internacionales al FONDEN, un fondo que no ahorra, sino que gasta en planes del presidente Chávez, fuera del presupuesto nacional. En obras públicas (casi todas sin licitación), costosos sistemas de armas, ayudas directas a gobiernos aliados y masivas compras mil millonarias de instrumentos financieros en divisas (bonos argentinos, notas estructuradas y otros), que luego fueron revendidos en bolívares a tipo de cambio oficial (2,15 bs/$ hasta 2009) a banqueros privados y otros operadores, con las más grandes comisiones de intermediación pagadas en la historia venezolana. Todo se realiza bajo el “Primer Plan Socialista Simón Bolívar 2007-2013”.
La situación anterior, marcada por una gigantesca ausencia de recursos petroleros, verificable en el website del Banco Central de Venezuela, hubiese encendido alarmas en una democracia sana; partidos de oposición, dirigentes decentes del mismo partido de gobierno, PSUV, y organismos de contraloría y judiciales estarían investigando. Es así como en democracia el contra balance de poderes públicos y políticos funciona para defender el interés nacional. Pero no se trata sólo de un tema de legalidad, rendición de cuentas, responsabilidad política, sino de un tema clave para la estabilidad de la economía nacional, cuya vulnerable dependencia del petróleo afecta directa e indirectamente la calidad de vida de los casi 30 millones de venezolanos, en especial de 2/3 de ellos con bajos niveles de ingreso o en pobreza, en su mayoría subempleados en el sector informal. En una economía hundida en una espiral inflacionaria y profunda recesión, con un perverso manejo de fondos públicos ¿a quién le preocupa atacar las causas de fondo del agudo declive?
