Cláusulas bolivarianas para la Ley de Hidrocarburos
El proyecto de Ley Orgánica de Hidrocarburos que presenta la revolución bolivariana no tiene nada de revolucionario ni de bolivariano. Si esperamos que la nueva ley dure otros 58 años, no debe mirar al pasado sino hacia el siglo de la creatividad en red, la solidaridad y la democracia participativa, que no es palabra vana. La nueva ley significa la oportunidad de modernizar el país a través de la columna vertebral de su economía, al tiempo de incorporar al pueblo al proceso revolucionario. Debe poner piloto automático al despegue del país hacia el florecimiento económico en la equidad, inspirándose en las ideas del Libertador, quien en su Decreto Sobre Minas de 1829 propiciaba el desarrollo del espíritu empresarial y la participación de los ciudadanos en el negocio minero. Las dos «cláusulas bolivarianas» cuya inclusión sugerimos respondiendo a la loable invitación del Gobierno, se refieren a la coparticipación igualitaria de los venezolanos en las regalías y en la propiedad de las empresas.
Regalías y Fondo Bolivariano
(%=Image(7137440,»R»)%) Proponemos que como contraprestación a la cesión de los derechos de propiedad, los ciudadanos reciban el 50% de las regalías a través de fondos de pensiones. Esto aliviará las obligaciones que prevé el proyecto de Ley de Seguridad Social de la Asamblea Nacional al mismo efecto, haciendo viable su aplicación. A ser enterado progresivamente en los próximos 5 años a razón de 10 % por año, permitirá el ajuste gradual de la estructura presupuestaria. Los fondos recaudados en efectivo – o en acciones, como veremos más adelante – serán incorporados a un fondo que se denominaría Fondo Bolivariano, el 70% de cuyas participaciones será distribuido en forma gratuita e igualitaria entre los 12 millones de ciudadanos adultos. El Estado será custodio del 30% restante en nombre de la Nación con el mandato de asegurar los beneficios del sistema a las generaciones futuras.
El Fondo Bolivariano – administrado por firmas especializadas – invertirá en títulos de renta fija y acciones locales (o foráneas cuando sea aconsejable) brindando un enorme impulso al ahorro, la inversión y el mercado de valores, generando empleo y riqueza para todos. Cada ciudadano notificará al Fondo la localización de su cuenta de fondo de pensiones donde le será depositada su participación.
Control del Estado
El proyecto del Ejecutivo permite la intervención privada en las actividades distintas a la exploración y producción y respecto a éstas, la limita a asociaciones en las cuales el Estado posea mayoría accionaria. Esta restricción condiciona la inversión a las disponibilidades gubernamentales distrayendo fondos de prioridades sociales, y genera incertidumbre sobre proyectos en marcha en los que Pdvsa no posee mayoría. En tal razón debería cambiarse dicha condición por la «acción dorada», cuya posesión asegure al Estado el control de las decisiones estratégicas. Esto permitiría incrementar los aportes de capital del sector privado sin desvirtuar el sentido de la ley.
Empresas Bolivarianas
Rescatando la inspiración del Libertador, proponemos crear la figura de «Empresas Bolivarianas», que serían aquellas operadoras cuyas acciones pertenecieran en más del 50% al Fondo Bolivariano y el Estado poseyera al menos la «acción dorada», las cuales tendrían la potestad de intervenir en todas las fases del negocio petrolero. Surgirían como empresas de capital abierto (inscritas en la Bolsa) que se comprometen de pagar parte de las regalías con sus propias acciones a valor de mercado hasta completar al menos el 50% de su capital, las cuales serán transferidas al pueblo a través del Fondo. Tales empresas gozarán de privilegios fiscales y no serán afectadas por eventuales reducciones a la producción.
De este modo los incentivos de los políticos se alinearán con los de los ciudadanos y las empresas. Los políticos cuidarán de las empresas cuyos accionistas son sus votantes, el mercado valorará positivamente tal respaldo y una nueva economía florecerá – por fin – en beneficio del pueblo.
Según lo prevé la Constitución, algunas filiales de Pdvsa serán prestas candidatas a transformarse en empresas bolivarianas, iniciando la revolución.
