Colapsará Guri
A lo largo del año del en curso mucho se ha escrito y mucho se ha dicho sobre la crisis del sector eléctrico en nuestro país.
Sectores adversos al oficialismo han pronosticado un colapso del sector eléctrico nacional, por su parte el sector oficial ha negado la existencia de una crisis en el sector, solo y cuando la dura realidad lo ha obligado a encararla, ha alegado la responsabilidad de terceros frente a la misma. Ha responsabilizado del problema eléctrico nacional por el lado positivo a una repuesta favorable de los distintos sectores económicos y sociales a las políticas públicas, y por el lado negativo ha pretendido endilgarle a los gobiernos anteriores un inadecuada planificación del sector eléctrico al hacer este altamente dependiente de la generación hidroeléctrica; igualmente ha señalado al fenómeno climatológico “EL Niño” como el responsable de la sequia y los bajos niveles de agua en el sistema de presas del rio Caroní; de igual manera ha sumado a esta cadena de responsables a los consumidores acusándoles de dispendiosos y formulando una serie de penalidades para los grandes consumidores de energía eléctrica.
El gobierno nacional decretó una emergencia eléctrica permitiendo de esa manera la adquisición acelerada e instalación de nuevas capacidades termoeléctricas y durante el primer semestre del año ha aplicado un severo plan de racionamiento en las diversas regiones del país, excepción hecha de la capital de la republica, para recuperar los niveles del embalse del Guri a la espera de la temporada de lluvias.
La temporada de lluvias se ha hecho presente, en esta oportunidad con particular fuerza contribuyendo a una recuperación acelerada de los niveles del agua en la presa de Guri, de igual manera decretó el cese de la emergencia eléctrica nacional y recientemente ha anunciado la vuelta a horarios regulares de trabajo de los distintos órganos de la administración pública.
Sin embargo y a pesar de los anuncios anteriores, lo que la realidad nos trae es un retraso importante en la instalación de nuevas capacidades termoeléctricas, un problema mayor al esperado en las actuales plantas térmicas donde la falta de mantenimiento y buena operación, por años empiezan a pasar factura. Las fallas y frecuencias de las mismas desbordan las actuales capacidades gerenciales de la administración pública.
El problema eléctrico ha dejado de ser la noticia principal de los medios de comunicación pero las interrupciones de servicio en el interior de la republica continúan, los racionamientos ya no son anunciados, ahora son inadvertidos pero igualmente devastadores.
A pesar de los muchos anuncios de colapso eléctrico y en especial en el Guri, no creo este se presente ni este año ni el próximo, pero lo que es cada vez preocupante es el manejo de del sistema hidroeléctrico. Estas plantas están diseñadas para turbinar un cierto volumen de agua, y el sistema de compuertas de aliviadero se utiliza para corregir las fluctuaciones extremas no previstas por la operación.
De continuar las fallas en la generación hidroeléctrica en Guri y en consecuencia turbinar menor volumen de agua y al mismo tiempo una excesiva y pertinaz temporada de lluvias en el sur del país, se provocaría un alzamiento acelerado de los niveles del agua represada en el embalse. Guri tendrá que aliviar en emergencia elevados volúmenes de agua que impactarán desfavorablemente las obras aguas abajo de la presa y hasta pudieran causar daños importantes en su confluencia con el Orinoco.
