Comer petróleo
Después de la protección de la vida y los derechos humanos, el debate más relevante que debe dar la sociedad venezolana, es el debate sobre el petróleo.
Si no somos capaces de contestar la pregunta “Quién es el propietario real del petróleo”; estaremos condenados a vivir en una sociedad de mendigos y esclavos que tienen que ponerse de rodillas para que les llegue a su boca seca una gota de petróleo y toda una vida de dependencia.
Para entender bien este dilema, debemos convencernos que por encima de todas las cosas, el petróleo no es más que un negocio que debemos aprovechar para sacar de la pobreza a más de 10 millones de venezolanos.
Si no somos capaces de comprender esta realidad, estaremos destinados, además de ser esclavos, a tener que comernos el petróleo que se quedara intacto debajo de nuestro suelo.
En este momento se esta viviendo una encrucijada que debemos aprovechar como venezolanos: los países desarrollados se están haciendo cada vez más dependientes de la OPEP porque sus reservas petroleras se están acabando.
Por ejemplo, los Estados Unidos se calcula que solo tendrá petróleo por los próximos 12 años. Desde 1985 la producción petrolera ha venido cayendo en los Estados Unidos por el agotamiento de las reservas y pozos en muchos países industrializados.
Sin embargo, de acuerdo al Departamento de Energía la tendencia es que habrá más demanda de petróleo.
En el caso de los Estados Unidos, consume cerca de 30 millones de barriles diarios, de los cuales sólo produce 20. Los restantes 10 los tiene que importar. Es decir, Norte América se esta convirtiendo en un creciente importador de petróleo.
Por su parte, Sur América es mayormente un exportador de petróleo. Hasta finales de los 90 Venezuela producía más de la mitad del petróleo de América del Sur.
Incluso México, tradicional exportador de petróleo ha ido mermando su producción y se calcula que tendrá petróleo solo para 10 años más.
Allí es donde Venezuela debe ver la oportunidad. Los países desarrollados no se están quedando cruzados de brazos mientras se agota el petróleo. A Venezuela le conviene producir más petróleo, generar más empresas y empleos venezolanos y buscar un precio más estable, que una depresión económica mundial debido al altísimo costo del petróleo.
No hay explicación lógica para que estemos produciendo tan poco petróleo. Estamos perdiendo una gran oportunidad, que nos llevara a comer petróleo en lugar de sembrarlo.
