Consecomercio: Costos del sector funerario en el país son exorbitantes
La representante del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), María Carolina Uzcátegui, catalogó como exorbitante el costo de los servicios del sector funerario, pues entre diciembre del 2015 y febrero de este año, el incremento de los precios en los servicios básicos del sector ha sido superior a 100%.
«Los costos del sector funerario son elevados como todos sectores del país a niveles exorbitantes. Cada día es mas cuesta arriba prestar servicio solidario, tal como lo requiere la población. En diciembre de 2015 nosotros comprábamos un ataúd en 18 mil bolívares y ahora lo estamos comprado por encima de los 200 mil bolívares», explicó Uzcátegui en entrevista televisiva en Globovisión.
La vocera de Consecomercio hizo alusión a la dependencia del sector funerario nacional de la empresa básica Sidor, y señaló que el impacto de los rectores eléctricos que repercuten en la siderúrgica, cuando se presenta alguna contingencia eléctrica, influyen directamente en la producción de urnas debido a que el complejo siderúrgico es el único proveedor de láminas de acero para la confección ataúdes.
«Cada vez que hay una crisis eléctrica, el Gobierno decide apagar Sidor, que es el único proveedor de láminas de metal para poder fabricar las urnas, eso hace muy compleja nuestra situación y nos encarece todo el proceso. Esperamos que el Gobierno considere esto, porque se trata de un sector prioritario para la sociedad».
Reiteró que la situación en general del sector comercio es cada vez más alarmante y definió el contexto como una «tormenta perfecta».
«El sector comercio, que es la ventana directa del sector empresarial se esta viendo seriamente afectado, porque no hay productos de producción nacional para ofrecer y los pocos productos que se comercializan se adquieren a dólar del mercado paralelo, por eso el poder adquisitivo del venezolano no le permite adquirir esos productos. Es una tormenta perfecta, como dicen los economistas; pocos productos y los pocos que hay tienen precios elevados, lo cual contare la demanda».
