Economía

Contradicciones petroleras

La pasada conferencia, la número 159 del 8 de junio, sostenida por los ministros de petróleo de la Opep, fue calificada por muchos de los asistentes, y en particular por el ministro de asuntos petroleros de Arabia Saudita, como la peor en la historia de la organización. La imposibilidad de alcanzar una posición unificada en cuanto al incremento de producción auspiciada por dicho país, encontró una fuerte oposición por parte del grupo de países que abogaba por mantenimiento de las actuales cuotas de producción de crudo de los países miembros. 

Argelia, Irán y Venezuela llevaron la oposición radical a los incrementos de producción. Los diversos medios de comunicación, así como un importante grupo de analistas petroleros pronosticaron una eventual desaparición de la organización. Las relaciones entre los países con posiciones encontradas fueron sometidas a fuertes tensiones. La vieja divergencia entre los sauditas y los persas resurgió con fuerza. La usualmente discreta diplomacia saudita expresó públicamente sus diferencias con los persas y su intención de confrontar los deseos de éstos por el control geopolítico de la región. 
Los sauditas manifestaron su intención de alcanzar un precio marcador internacional para sus crudos en el entorno entre 80 y 90 dólares por barril. De igual manera, permitieron conocer su intención de incrementar unilateralmente su producción en un intento de sustituir la pérdida de producción libia y de contener el ascenso de los precios del crudo. 
En la realidad, los incrementos de producción saudita han estado muy por debajo de las expectativas, colocando a su vez una gran interrogante sobre la verdad de los tres millones de barriles de producción que han mantenido cerrado en cumplimiento de los acuerdos de la Opep. Por otra parte, posteriormente se ha conocido de la necesidad saudita de un precio del crudo en el entorno de los 100 dólares por barril para poder satisfacer los requerimientos financieros de su extenso programa de inversión. 
Venezuela, por su parte, había anunciado lo innecesario de un incremento de producción de crudo; en menos de dos meses anuncia un incremento de producción de 30 mil barriles diarios y lo hace coincidir con el onomástico presidencial. El mismo presidente venezolano, días más tarde, anuncia su intención de solicitar ante el cartel de Opep un incremento de la cuota asignada a nuestro país, todo ello en función del anuncio del incremento de las reservas petroleras venezolanas. 
Este conjunto de contradicciones de los dos países más importantes del mundo en cuanto a reserva de crudos hace cada vez más evidente el opaco manejo de la información de estos países. El mundo internacional petrolero ve con reservas los anuncios del gobierno venezolano en cuanto a la total veracidad de esas informaciones, todo ello como consecuencia de la falta de transparencia de la información petrolera venezolana. Ésta ha sido tardía y en abierta divergencia con fuentes tradicionalmente confiables sobre la materia. 
Las necesidades de recursos del gobierno venezolano no pueden ser totalmente cubiertas por la vía de los incrementos de precios del crudo. La opción del endeudamiento externo se hace más complicada, dado el vertiginoso crecimiento de la deuda de la estatal petrolera. La producción de crudo disponible para la exportación preocupa a los analistas de riesgo financiero, sobre la capacidad de la estatal de honrar estos compromisos. Se hace inevitable el incremento de producción y el estado de postración de la industria permite pronosticar una grandísima dificultad de ésta para alcanzar esa meta.
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba