Economía

¿Cuenta regresiva para la banca?

¿Serán controladas las tasas de interés en Venezuela?. Creo que todavía pueden realizarse esfuerzos para la reducción de las tasas de interés y del spread bancario en Venezuela. Si bien los acuerdos banca-gobierno han fracasado en sus resultados en términos de reducción del spread, el gobierno nacional cuenta con la carta del diseño de instrumentos que permitan la aparición de elementos disciplinadores de mercado, de manera que se incremente la competencia efectiva y la contestabilidad del mercado. Con lo anterior podría estar compensándose la estructura oligopólica del mercado y las conductas colusorias desplegadas en este.

Debe fomentarse los términos legítimos de competencia en el sistema financiero venezolano, y no los que se basen en el aprovechamiento de las asimetrías de información del mercado. Entre los términos legítimos de competencia en un sector financiero se encuentran, las tasas de interés, la calidad de os servicios prestados y las gestión operativa y gerencial.

Al menos para el común de las personas cuando piensan en una mercancía en general para comprarla o venderla, lo primero que les vendrá a la mente o a su consideración es el precio del mismo. Visto de otro modo el término de competencia por «excelencia» entre dos oferentes de bienes o servicios iguales o similares lo constituyen sus precios, pues éstos reflejan la productividad de quien los ofrece ante una premisa de competencia.

El precio del dinero es la tasa de interés que se pueda exigir por lo que representa un bien escaso o, visto de otra manera, es la rentabilidad de un factor escaso. Esto de ninguna manera significa que en un mercado donde exista competencia el spread bancario tienda a incrementarse, por el contrario eficiencia y productividad en este sector significa bajo spreadbancario que resulte en una gestión financiera y operativa positiva, o en un extremo teórico de competencia perfecta, igual a cero.

Para quienes conocen y recuerdan la experiencia de la crisis bancaria desatada por un efecto dominó y de profecías autocumplidas en el sistema financiero venezolano, a raíz de las insuficiencias de liquidez y posterior intervención del Banco Latino en 1994, deben tener en cuenta que no fue una competencia basada en los niveles de las tasas de interés la causa. Los altos niveles de las tasa de interés fue una consecuencia de crisis bancaria, aunque no deja de ser cierto que éstas profundizaron y actuaron como un catalizador en el aceleramiento de la crisis, al menos en lo que al deterioro de los activos de los bancos se refiere.

Existe un hecho que valida la calidad del servicio prestado por las instituciones financieras como un términos de competencia importante y bien ponderado por parte de los clientes (al menos así debería ser desde el punto de vista normativo y ante la premisa de clientes que se forman expectativas y toman decisiones con información completa). Este hecho esta constituido por la existencia de tasas pasivas reales negativas. Ante este contexto, el ahorro se ha convertido en la perdida del poder de compra del dinero en el futuro, o en una promesa de detrimento del consumo futuro. No por el hecho anterior, las personas dejan de realizar depósitos bancarios. Lo que realmente explica los depósitos bancarios es el motivo transaccional de la demanda de dinero. Un banco funciona como una billetera segura, pues si el dinero pierde valor en términos reales, siempre necesitaremos un medio de pago para nuestros gastos corrientes. Ahora bien, si flexibilizamos el supuesto de información perfecta, y suponemos que existen asimetrías de información y por lo tanto que los agentes económicos forman sus expectativas y toman sus decisiones en el mejor de los casos optando a un second best, se explica porque algunos grandes bancos, más que ineficientes, poseen y mantienen una amplia base de clientes y/o depositantes.

Concluyendo, si existe un ahorro transaccional (representado por las cuentas más liquidas con servicios de tarjetas de débito y chequeras), el mismo debería orientarse hacia los bancos que presten el mejor servicio, ya que lo determinante en esta forma de ahorro es la calidad del servicio que le puedan ofrecer al cliente, de manera tal, que este último optimice los procesos de pago de sus transacciones corrientes.

No solo la calidad de la gestión gerencial es importante, sino también la concepción del negocio bancario. Un negocio bien llevado, y perfectible en sus procesos operativos permitirá una reducción continua en los gastos de transformación, lo que permitirá en consecuencia una reducción del spread bancario y un aumento de la competitividad de la entidad financiera.

Posiblemente una amenaza de control de tasas de interés, pueda crear la preocupación para la banca en el sentido de una reducción de su ineficiencia. Pero la inexistencia de competencia, términos legítimos para ella y contestabilidad de mercado permiten las acciones colusosias en el mismo.

Economista. Profesor e Investigador de la UCV, profesor de la UCAB. Especialista en Competencia de Pro-Competencia.

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