Economía

Dos preguntas pendejas y un abundamiento

Al examinar el trabajo de (%=Link(«http://analitica.com/va/economia/opinion/9572736.asp»,»Ramón Espinasa. La economía política de la reforma petrolera»)%) (Venezuela Analítica 10 sept. 2001), nos vienen a la mente algunos cuestionamientos — que planteamos con la sana intención de contribuir a la discusión del tema en la nueva ley petrolera(i).

Pregunta 1: ¿Los costos de las ecuaciones se refieren al costo promedio? – ¿Cuál es la sabiduría de este criterio para el «despacho» de pozos, en competencia, en las guerras de precios? ¿No sería bueno considerar el costo marginal de corto plazo, e incluso el costo marginal de largo plazo?

Pregunta 2. Este efecto multiplicador de la producción adicional de petróleo, que se favorece como «acción no rentista», ¿se refiere a los efectos durante la construcción, o incluye los beneficios derivados de la operación por un mayor ingreso fiscal durante la vida del proyecto? — ¿Y el factor multiplicador, la matriz insumo/producto, no depende del estilo de la aplicación de los fondos?

Expliquemos las razones de nuestras dudas.

1. El uso del costo marginal

RE comenta (trabajo citado, pp. 3 y 8), hablando de dos proyectos,

    «… uno, un campo nuevo para producir un crudo pesado con un precio de 13$/B y un costo de producción de 5 $/B y, otro, la expansión de un campo existente que produce un crudo menos pesado de precio 17 $/B y costo de producción 8 $/B…»

    ……….

    «Supongamos ahora que el precio cae a 10 $/B. Bajo el esquema propuesto la participación fiscal será de 5 $/B que sumados al costo de 6 $/B arrojará un desembolso de caja de la operadora de 11 $/B y una pérdida de 1 $ por cada barril producido. Este hecho llevará al inversionista privado a cerrar la producción hasta que se recuperen los precios y el Estado dejará de percibir ingresos fiscales por la explotación de este tipo de crudo. …»

Nuestro punto es que debería considerarse no el costo medio C (que incluye las cargas de capital) sino el costo incremental, que seguramente es muy bajo, o al menos el costo marginal de largo plazo (o el de «mediano plazo, que incluiría las inversiones por mantenimiento mayor para soportar la declinación de los yacimientos).

Es decir, que este «costo» de 6 $/b debería segmentarse en gastos fijos y variables, y utilizarlos dentro de la estrategia de precios(ii). Seguramente que de estos 6$ la mayor parte son gastos fijos, hundidos, mientras que los variables serían mínimos, los realmente «out-of-pocket money». La Fig. 1 reproduce esta estrategia.

Si esto es así, entonces el discernimiento anterior debería ser revisado.

(%=Image(4288960,»C»)%)

[Fuente: AMA, «Sobre El rentismo y otras dolencias, petroleras»; Venezuela Analítica, 13 sept. 2001]

2. La cuestión del efecto multiplicador.

Este tema lo hemos tratado en artículos anteriores, y básicamente hablamos del uso del ingreso fiscal por dos vías posibles: incorporando la economía nacional en la actividad petrolera (vía integrada) o incorporando básicamente la economía externa (vía dualista).

Otra cosa muy distinta es el efecto durante la construcción, como cualquier obra de ingeniería, con distintos efectos según los tipos de obras: desde los extremos de ningún aporte durante la operación (puentes, hidroeléctricas automatizadas) hasta complejos industriales con un mayor impacto en la economía, mas bien de tipo regional o sectorial.

En este aspecto, es evidente que la posición «volumétrica» (altos volúmenes, bajos precios») tendría un mayor aporte al PIB durante la construcción. Pero la discusión básica se refiere al tipo de uso de los recursos petroleros, en cuanto administraciones «volcadas hacia fuera» pudieran no dejar ningún impacto o testigo de su paso por el lapso de la construcción(iii).

Es evidente que el efecto multiplicador será muy distinto en cada caso. Espinasa asume que «La economía nacional provee aproximadamente la mitad de los bienes y servicios que se utilizan en el sector petrolero» …impacto que se mide con una matriz insumo/producto…»(idem, p.9).

Estas cifras parecen cuestionables, especialmente en los casos conocidos de elevado dualismo (la administración Pérez-Rodríguez), con bajo factor locomotor, hasta los marineros de las flotas nacionales eran extranjeros, neo-liberalismo salvaje. De modo que habría que ensayar con matrices que acepten multiplicadores más cristianos. Coincido con JPPA (%=Link(«http://analitica.com/va/economia/opinion/8354627.asp»,»Venezuela Analítica, Entre dolencias petroleras y credibilidad de hipótesis, 15 sept. 2001″)%) que estas cifras son de difícil aceptación, y más aún bajo administraciones pitiyanquis.

Hay que diferenciar el impacto durante la construcción, del impacto por los ingresos fiscales generados, que es una cosa muy distinta – que es la discusión de renta vs volumen. Evidentemente a los fines prácticos no importan de donde surjan los ingresos, en el lapso operativo, posteriormente a la puesta en marcha de los proyectos, sino cómo vamos a aplicarlos. Si se plantea una inserción seria de la industria nacional, sin discriminar consultores ni contratistas, habrá un buen factor motor. Habrá que volver a algún tipo inteligente de sustitución de importaciones (¿me estás oyendo Giordani?).

También hay que distinguir el rentismo de Uslar Pietri, referido a vivir de la golilla, o el rentismo de Calderón Berti, cuando habla de la política de precios de la OPEP, del rentismo criollo, que pretende fijar precios y volúmenes para la exportación, como si aquello fuera posible unilateralmente.

Incluso se sigue insistiendo, Espinasa en su Epílogo (ibidem, p. 13), en los «sustratos ideológicos de 1958» de la escasez de las reservas, que es la «percepción congruente con demandar una tasa de regalía del 30%» – francamente, c´est pas serieu ça!

También insiste en otra percepción, que el petróleo es el «causante de buena parte de los males de Venezuela como país» y de la calificación de «estiércol del diablo». Tanto van a repetir estos cuentos que van a terminar por creérselos. Más vale que busquen por el lado de la escasez de dirigentes para bien administrar los recursos financieros del país.

3. Un abundamiento: comparación de los dos esquemas

(de cargas fiscales según el esquema de la ley actual y el propuesto).

Nuestra duda surje de la comparación de Espinasa, que al referirse solamente a dos crudos específicos (una liviano y otro pesado), abre la posibilidad que se deriven conclusiones distintas si se examina la sensibilidad de los resultados antes otros valores.

La ganancia por barril en dos campos bajo comparación con los dos esquemas resulta ($/b): (Cf. Espinasa, p. 3)

Crudo Precio Costo Ganancia
actual
Ganancia
propuesta
Liviano 27 4 6,17 8,12
Pesado 13 6 1,61 1,55

Continúa el autor (idem, 3):

    “…se puede generalizar que …en la medida que la fuente de recaudación del ingreso fiscal petrolero se traslada del ISLR a la regalía la recaudación gana eficiencia en cuanto los crudos se hacen más pesados Esto es, en la medida que el ISLR grava la diferencia entre el ingreso y los costos más la regalía, el esquema en el que aumenta la tasa de Regalía gana eficiencia cuando esta brecha se cierra (crudos más pesados y de extracción costosa) y la pierde cuando la brecha se abre (crudos más livianos y de extracción económica).

Y luego: “El esquema propuesto genera.. mas ganancia para la operadora en la producción de crudo liviano que el esquema actual…”

Cual sistema recaudará mas dependerá de la relación precios-costo, determinando un punto muerto de p = 2,3 c – esto es, la regulación actual desmejora para los livianos y se fortalece para los pesados. Pero esta gradación debe analizarse en mayor detalle y abundamiento, que solo la bipolarización mostrada en el ensayo citado.

A modo de contribución analítica presentamos los siguiente “gráficos de sensibilidad” de las ecuaciones de Espinasa, que esperamos contribuyan a un análisis mas completo y balanceado. Obviamente que los especialistas habrán hecho su trabajo(iv), solo lo exponemos con fines de ilustración para la opinión general no imbuida estrechamente en este asunto, que pudiera llegar a conclusiones apresuradas sobre la base de un solo trabajo.

En cuanto a la CORPORACION OPEP propuesta por nosotros en otro sitio, y la optimización de los costos variables (para usar los mas ventajosos primeramente) dice:

    “Buscar equiparar los diferenciales de rentabilidad debido a los diferenciales de renta por condiciones naturales, tiene el efecto de homogeneizar los incentivos para el desarrollo de la base de hidrocarburos de un país, particularmente en el caso que las reservas sean muy heterogéneas…” – Justamente lo que nosotros proponemos es la extensión de este concepto al espacio OPEP, para la optimización del conjunto de los costos incrementales y asociando un sistema de compensaciones por los gastos fijos dejados de percibir. Es solo una idea.

Pero volvamos a los análisis de sensibilidad como extensión de las cifras del trabajo citado, empezando por el análisis de las ganancias entre los dos esquemas. (Fuente: nuestros gráficos según ecuaciones de Espinasa; ecs. [20] y [22] para las ganancias, y ecs. [7] y [10] para el ingreso fiscal).

Liviano 27Y/4C

Pesado 13Y/6C Concl: favorece crudos livianos y merma ganancias crudos pesados.

Notemos la sensibilidad: la ventaja de los livianos es solo mientras los costos son menores de 10$ (Fig. 2).

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se castigan los operadores de crudos pesados con la nueva ley, por lo menos hasta costos de 6 $/b (Fig. 3).

Notemos que para los pesados la carga (ingreso) fiscal no varía mayormente en cierto rango de costos (Fig. 4)

(%=Image(1330793,»C»)%)

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La misma situación se advierte con la sensibilidad en función de los precios, para un determinado costo (Fig. 5).

[La propuesta es ligeramente inferior a lo existente en todo el rango de precios para costos promedios bajos de producción]

(%=Image(6341618,»C»)%)

Para los livianos (Fig. 6) la propuesta es bastante equivalente, igualándose en torno a un costo de 10 $/b.

(%=Image(5619306,»C»)%)

Mientras que para los pesados la nueva propuesta en ligeramente superior (paralelamente) para el rango total de costos.

Evidentemente esto es solo una visión rápida, y supongo que los expertos habrán analizado todo el universo de crudos y pozos, especialmente en el largo plazo. Vale.

POST-SCRIPTUM: Los siguientes gráficos podrían contribuir al análisis de las distintas propuestas:

(1) – Situación actual

(2) – Propuesta MEM

(3) – Propuesta Petróleo YV

Donde se advierte que la recaudación fiscal desmejora sensiblemente con la propuesta (3) para los crudos pesados.

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(%=Image(9356855,»C»)%)

NOTAS

(i) No sé si el término Economía Política es el más apropiado aquí, a menos que se use con el valor de “microeconomía”. La asociación de la palabra política a la palabra economía podría resumirse, según el primer Traité d´Economie politique publicado en Francia en 1615, me refiero a Montchrétien, en una colección de preceptos destinados al príncipe en la administración del patrimonio de la ciudad (poliz ). No me parece un uso acertado del vocablo en este contexto tan específico. Simplemente se trata de un buen trabajo de Ingeniería Económica sobre el tema.

(ii) Véanse nuestros ensayos anteriores sobre este tema en Venezuela Analítica.

(iii) El Dr. Luciano RENI me comenta (comunicación personal) que :

    ”…esa importancia fue notoria durante los años 70 y parte de los 80, cuando la industria petrrolera /petroquímica colocó innumerables pedidos y ordenes de trabajo en el país que permitieron la ampliación considerable de los talleres existentes y el surgimiento de un numero apreciable de firmas nuevas…”
    “Ese proceso prometedor hacia el logro de una menor dependencia del petróleo, como factor generador de divisas y bienestar, sufrió una desaceleración vertiginosa con motivo de la cuasi total paralización de las inversiones de PDVSA ocurrida entre 1982 y 1985 y, posteriormente, a causa de la instrumentación de la nueva política comercial, por parte del estado venezolano en 1989 la cual, en mi opinión, marca el inicio de
    la etapa de «desindustrialización» del país…”

(iv) Los expertos habrán analizados las distintas alternativas o combinaciones de regalías e impuestos para lograr aquella que conduzca al óptimo de ingresos en el largo plazo, considerando las distintas restricciones del mercado internacional y las inversiones. Viendo los toros desde la barrera, nosotros preferimos leyes conceptuales complementadas con normas o reglamentos flexibles (incluso tipos de regalías) que puedan adaptarse al dinamismo de los tiempos. Evidentemente, los valiosos argumentos de Espinasa sobre el abandono temprano de los yacimientos y la protección contra las oscilaciones de los precios son materias de la mayor importancia para el diseño de la estructura de la carga fiscal.

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